sin sentido del equilibrio te encuentras ahì, parado viendo un pelicano pasar, volar, alejarse en el atardecer , sintiendo la arena liquida que estremese tus pies cubriendolos atiborradamente, oyendo el canto de las olas bailando al ritmo de la caìda de sol, donde al mismo tiempo sale la luna, las palmeras tocando melodias somnìferas y filarmònicas, el ir i venir del agua te provoca un cosquilleo prodigioso, al otear al cielo, observas el brillo caracteristico de cada estrella , caminas algunos pequeños pasos y decaes como una pluma sobre aquel espacio formado por millones de granulos cafe caneloso con algunos destellos dorados en verano, tu cabeza da vuletas y mas vueltas, ai tanto en que pensar, fue entonces cuando el guardia de seguridad te parloteo de tu gran orquestaa...