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EL MIEDO


CAPITULO 2


Francisco, llevaba varios días de reposo atendido por el médico brujo del poblado, que había curado la herida con salitre y un tizón de tamarugo encendido aplicado por el brujo. Después le dio a beber un brebaje amargo que no entendió para que era, pues ya no estaba con el intérprete que había seguido viaje con Almagro.

Naira, así se llamaba la mujer de mediana edad, madre de la moza joven que espiaba desde la puerta a Francisco, con curiosidad manifiesta. La mujer entrando se acerco a él y con señas se toco el pecho y dijo Naira, y señalando a su hija indicó Tanitani.
El muchacho las miro a ambas y sentando en el camastro les dijo señalándose con dedo dijo Pancho, La joven riéndose repitió el nombre del español.
Al menos pensó Francisco algo es algo, debería aprender de alguna manera el idioma de esos indios,

Aún le costaba mantenerse en pie, pero estaba dispuesto a no permanecer mas en cama, pues debía alcanzar a su jefe y su caballo estaba adelgazando a ojos vistas.

Gran revuelo en el poblado volvía Yaya Atack con su tropa de guerreros, dispuestos a tomarse venganza con el herido, siendo enfrentado por la mujer de más edad llamada Amancaya, quien les dijo:
--Ahora se muestran ustedes valientes, y quieren matar al joven herido que nada les ha hecho.
--Yaya el jefe del poblado furiosamente le dijo – Que tanto lo defiendes si son nuestros enemigos, que han atacado la ciudad del Incanato, El Cosco.
--Ella mirándolo le dijo – Aquí solo veo a un joven herido y que luego seguirá su camino. Además tú sabes que todos ellos morirán tratando de encontrar Pachapulai, la ciudad nunca encontrada, allá en las montañas de los dioses.

--Echando un bufido de ira diciendo – Tú serás la causante de la ruina de este Pucará, manchándose.

Amancaya, llamando a las dos mujeres les dijo:
--Llamen a todas las madres.Como esposa de Yaya tengo rango y obediencia, pues mi sangre es de princesa, como la tuya Naira, y de Tanitani, mi nieta.
--Deberán cuidar al extranjero para que se marche con salud a buscar su destino de muerte. No aquí en el Pucará.

Francisco en las alforjas de su cabalgadura llevaba además de sus armas, un libro de oraciones, un rosario voluminoso de cuentas de piedras y una estatua más bien pequeña, de una mujer con una diadema y de un color de piel aceitunada, lo que atraía las miradas curiosas de las tres mujeres, que lo observaban cuando él se ponía de rodillas frente a la estatua, abriendo el librito y tomando el rosario en sus manos, con voz fuerte repetía – Virgen de la Macarena, madre de Dios, sácame de este lugar, y oraba y oraba.


Tanitani, acercándose a él tendió la mano para tocar los objetos de culto, Francisco le dijo en su lengua. Esa es la virgen, la joven como intuyendo le dijo

--¿Pachamama? ¿Pachamama? El muchacho entonces le dice:
--Sí, es Pachamama. Ella contenta canta es la madre tuya y nuestra.

Ahí se va forjando ese entendimiento que se da entre los jóvenes, cuando prima la belleza del alma. El muchacho le enseña palabras en castellano y ella dichosa, a su vez se las traduce en Quechua.

Amancaya y Naira observan en silencio como el amor iba llenando los corazones de esos dos jóvenes.

Ya habían pasado dos meses y los dos jóvenes se mezclaron con los demás habitantes del poblado, cuya juventud se sintió atraída por la alegría y cantos de la pareja.

El Jefe del Pucará que es la parte militar del poblado había comenzado a sospechar que Pancho no se iría de su tierra y asediado por el sacerdote y sus lugartenientes, le repetían de continuo:

--¿Qué harás para que este blanco se marche? Decía el sacerdote
--¿Cómo te sacaras de encima esa espina clavada en nuestras carnes?
--Mátalo decía otro y todo se arreglará.

Y así deciden hacerlo, pero a escondidas de las tres mujeres para no causar revuelo. Total una vez muerto todo volvería a la normalidad.

Estando Francisco recostado en su camastro entra Tanitani y abrazándolo le dice:
--Pancho tienes que huir Yaya Atack viene a matarte, y yo no quiero que mueras. El muchacho entonces le dice:

--Amor vámonos juntos y diciendo esto sale y tomando de las riendas a su caballo, dejando en el sitio la estatuilla, el rosario y el librito.

Espoleando el animal y con su espada en la mano, detrás abrazada a él llevaba a su amada.

Se atravesaron los indios que custodiaban la entrada, mas Francisco blandiendo su espada se abrió paso con gritos de ¡fuera de mi camino!

El animal estaba casi desfalleciente por causa de la falta del alimento propicio, más hizo un esfuerzo para sacar a su amo de la trampa.

Una lluvia de flechas se clavaron en los cuerpos de los tres desventurados, quedando en el terreno.

Francisco lo asaetearon en el lugar donde cayó. Tanitani, mal herida, es rematada por el jefe.

Las mujeres le dicen Yaya, has cometido el peor error y serás recordado por el, pues has traído la desgracia a tu pueblo.
Naira que es la matriarca deja encima de la tumba de Francisco, sus pertenencias. La espada, el librito, el rosario y la estatua de la virgen.

Al tiempo después de regreso de las tierras del sur, que los indios llamaban Chili o Chile, pasa por el poblado Don Diego de Almagro, en busca de su lugarteniente, y viendo la tumba con la estatua de la virgen de la macarena dice:

--No queda más que hacer una cosa. Matad a todos sin piedad, Francisco no hizo mal a nadie.

Dicho esto arrasó con el poblado, no llevando las pertenencias del joven soldado, como una advertencia para futuros lugareños, las que quedaron en la tumba.

Ahí comienza la leyenda y el mito de la tirana.
Unos han contado que la princesa Tanitani, era de duro corazón y habiéndose enamorado del joven soldado, decide matarlo para que no se vaya, quedando ella como la Tirana

Otros han dicho que entre las ruinas se encontró una estatua de madera de una virgen hecha en España ¿Cómo llegó hasta ahí?

La cosa es que todos los años, todo el norte de Chile y parte de Perú y Bolivia, viajan miles de personas a rendirle tributo a la Virgen de la Tirana.

Vocablos Quechuas

Yaya Atack = Jefe del Pucara
Pucara = Fuerte militar Inca
Amancaya = Flor de azucena
Naira = De ojos grandes
Tanitani = Flor de la cordillera
Pachamama= Madre tierra
Pachapulai = Ciudad mítica de los Andes no encontrada aún.

FIN

Nomade...Con respeto a mi norte que amo

Texto agregado el 30-01-2009, y leído por 241 visitantes. (3 votos)


Lectores Opinan
03-02-2009 Muy buena narración.***** susana-del-rosal
31-01-2009 ¿Este bocazas tiene algo más interesante que opinar? ¿O tiene algo cuerdo que escribir a parte de meter la pataza con faltas de respeto por las opiniones ajenas? Ser especial evidencia la ignorancia de los que se ofenden. Un abrazo, amigo. australia
30-01-2009 Ayyy sosha, te he leido como mil veces el comentario de : me sentí parte de esso; mne pareció estarlo viviendo, Ya cambialeeh? eh? marxtuein
30-01-2009 Bellísima leyenda. Nunca hubiese imaginado que hubiese una virgen llamada La Tirana. Hermosa historia que muestra la idiosicrancia de un gran pueblo. Me encantó, es preciosa. Gracias, amigo y un abrazo. Sofiama
30-01-2009 Amigo ha sido un placer leer este cuento,muy triste por cierto por su realismo y crudeza .Pero tan bien narrado y con tanto contenido que me maravillo.Por momentos me senti parte de ese pueblo .Te felicito y te lo agradezco.*********y mis respetos a ese norte que amas shosha
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