Se preguntarán ¿Por qué? segundo cuento; ahí va la historia.

Yo me encontraba inspirado por el rencor y coraje que tenía al hacer las cuentas de algunos de mis gastos y acredores; y para rematar la situación se me hizo fácil hace ocho meses encargarle un mantel a una compañera de trabajo que se entretiene tejiendo con gancho cuando no tiene nada que hacer (casi siempre).

Mi sorpresa fué que precisamente hoy que más endeudado me encuentro se presento con su dichoso mantel el cual yo creía se le había olvidado y me lo dejo a precio de cuatro punto dos cifras algo similar a lo que cuesta una sala.

Y después de haberme dispuesto a escribir unas líneas de desahogo terapéutico lo cual me fueron muy productivas se vino a complicar mi estado emocional; al momento de bajar el texto; apareció en la pantalla del monitor su servicio de internet se encuentra fuera de línea.

Por lo tanto hoy decidí alejarme de cualquier perrito, no me fuera a regar como arbolito; y esperando que este texto. Ahora logre quedarse en mi registro y prometiendo a los cuenteros hacer algo más productivo y atractivo en lo posterior. Hoy nada más puedo decirles que ¡si existen días difíciles!.