Algo que no alcanzo

Lo vi. A lo lejos, al borde del precipicio.Corri rápido con ansias de alcanzarlo.
El estaba decidido, aquella mujer le había partido el corazón, su vida había perdido el sentido y ya no viviría entre lo cerros.
La cabaña era pequeña, tosca, de materiales pobres, refugio de pastores, estaba ubicada en la ladera y en la cima del cerro que dominaba el paisaje; guarecida del viento; del otro lado de la cima la ladera caía a pique y llegaba hasta el río. Para bajar hasta él había que cuidarse, no había camino, solo piedras. Algunos espinos crecían a la vera del río y eran los únicos árboles que por allí había.
La vida en la montaña no era fácil, solo las cabras y ovejas entre los animales prosperaban y algunos maíces que plantaban al pie del cerro. Los usaban de alimento y como medio de intercambio en los negocios del pueblo.Vendían lana, carne y cueros, también maíces. Compraban bebidas, ropas y algunos alimentos.
Tenían burros para ir al pueblo, bajando era fácil pero subiendo no se llegaba nunca.
Ella le dijo que ya no volvería con el de vuelta al cerro.
Lo vi a lo lejos, al borde del precipicio, no lo pude alcanzar.


Jorge Eduardo
30/marzo/2009