Tome la luz y dí brillo a sus ojos,
arrebate la sed de sus labios,
encendí fuego para abrigar el cuerpo,
de mi ángel que estaba tendido en el suelo.

Esa noche me cuido con su espectro,
cubrió con sus alas, mientras
harpías y demonios deseaban
llevarse mi alma.

La lucha duro la eternidad de un segundo,
sólo escuche su voz diciendo:
Todo, esta bien!
Quise abrazarlo y cayo en ese instante.

Fue la noche mas larga de mi vida,
cuide a mi ángel, escuche sus delirios,
y vi su rostro pleno a la luz de la luna
al amanecer despertó, extendió sus brazos,
y me dejo durmiendo.