Perderé de la ola la espuma que me lleva a una cueva secreta, perderé de tus ojos la alegría, lloraré la sal despechada.

Vagaré, si, vagaré a la paz extraviada y descansaré en el pecho cálido que reciba corazónes rearmados, sonreiré perfecta al que espere, al otro lado de la tormenta, a la chica de vestido y maleta, de ojos mojados y la voz seca.

Camina por la playa, descalza y de la mano del otro que no ama. Su pasión se perdió con la espuma, su razón se llevó la fortuna, su corazón bajo llave y sellado, para aquel que le ha demostrado para amarle no hacerle daño. El lo sabe, apreta su mano más fuerte, por una vez... ha ganado.