"Para que la vida tenga sentido, todos anhelamos la eternidad”
Héctor

Esta película danesa filmada en 1954-1955, y cuya acción sucede en 1933 está rodada en escenarios naturales en blanco y negro, Siendo una película intemporal (las únicas referencias al presente en la que se rodó la cinta vienen dadas por un teléfono y por un automóvil del que tan sólo se ve el reflejo de sus faros en la pared de una habitación). La austeridad de la puesta en escena es totalmente adecuada con el clima campesino en el que se sitúa la acción de la película, en el cerrado ambiente campesino crispado por intransigencias puritanas.
Pudiéramos decir desde el punto de vista metafísico de la película que en realidad, se trata de una cuestión de fe. O se cree o no se cree. Para una opinión correcta de esta película primero hay que verla. Así según la orientación filosófica del espectador será su comentario. Para un tomista encontrará una rica veta donde el pensamiento de Santo Tomás tendrá aplicación. Yo aunque se me culpe de “Relativismo Kantiano” me limitaré a juzgar la película desde el punto de vista del director de la misma, que a mi juicio hizo una obra de arte partiendo de un drama místico de Kaj Munk.
En el filme de Dreyer, lo que se pretende es transmitir al espectador una particularísima idea de la fe y de la trascendencia. Él es una artista y el artista sabe que la primera condición para llegar a ser artista es que conozca y domine su oficio, como él lo hace, por lo que la técnica cinematográfica es impecable, la fotografía, los planos, el ritmo de las conversaciones, los cambios de escenarios a manera de representación teatral, pero bien llevados que lo mantienen a uno pendiente de la película. Dreyer es un cristiano protestante y en el tiempo que se filmo la película estaba de moda el existencialismo, cuyo iniciador fue Sören Kierkegaard, aunque en honor a la verdad Él sería actualmente el primer sorprendido de saber que sus ideas llevaron a dicho movimiento.
Así en la película desde el punto de vista médico, veo dos problemas médicos, uno psiquiátrico, de Johannes que no sabría decir cual es su diagnóstico, pero que el director nos deja entrever que siendo Johannes el hijo intermedio de Morten Bergen el anciano patriarca de la familia, viudo y dueño de la granja Borgensgaard donde todos viven y se desarrolla el film, en sus estudios teológicos para ser Pastor, con la lectura de Kierkegaard según su hermano mayor Mikkel en una plática con el nuevo Pastor que había llegado al pueblo, se trastornó. Y yo infiero que probablemente con los pensamientos del polémico antihegeliano de que sólo quien ha experimentado la angustia y la desesperación puede tener relación con Dios y alcanzar la fe (Kierkegaard en sus tratados de la Angustia y la Desesperación). Esta angustia y desesperación llevaron a Johannes al desequilibrio mental creyéndose “Jesucristo”. El otro problema médico es ginecológico y sucede en Inger la esposa a punto de dar a luz del hermano mayor, cuyo producto viene con una distocia de posición que le impide nacer, teniendo el médico que la atiende en domicilio, que partir en cuatro partes al niño para poderlo sacar y salvar a la madre, sin embargo ella se ve tan mal que termina muriendo. Coherentemente en 1933 la cesárea con la que se hubiera resuelto el problema no era común que se practicara y menos en una zona rural y en domicilio, siendo entonces el tratamiento que viene en la película el adecuado para su tiempo Además la muerte de Inger llevaba de menos dos días (pues es publicada en el periódico local)
Teniendo como base lo anterior podemos decir que esta película se trata de una obra profunda y esencialmente religiosa, realizada además por un artista que cree en Dios y que el hecho religioso, junto al estético, constituía el asunto y la preocupación básica de su existencia. Junto al descreído hijo mayor, se encuentra su mujer Inger con una fe sencilla, que le dice que no importa que no tenga fe, lo importante es que es un hombre bueno y eso es lo que vale y la fe la encontrará algún día. Morten el patriarca y su supuesto enemigo el sastre Peter, son dos intolerantes fanáticos religiosos que quieren egoístamente tener la razón haciendo imposible la vida de Anders el hijo menor de Morten y de Anne la hija de Peter que quieren casarse. El nuevo Pastor lo refiere como un hombre equilibrado, seguro de sí mismo y consciente de su autoridad, pero con una fe dogmática. Y la figura del médico, que es frio, agnóstico, hábil en su comportamiento y distante.
Con todo esto, los que tienen verdadera fe, son Johannes el loco, Maren la hija mayor de Inger y Mikkel su hijo menor, con su fe a toda prueba que tienen los niños. Maren le pide a Johannes en su calidad de “Jesucristo” que resucite a su madre. Y sucede el milagro. Para lo cual Johannes primero desparece misteriosamente (a la manera de Jesús, después de la última cena). Reapareciendo cuando están a punto de llevar a Inger a enterrar, y su sobrina le pide que se apure a resucitarla. Reaparece vestido correctamente, aseado, resplandeciente, con pleno dominio de sus facultades mentales. Diciendo que ya que Maren tuvo fe, ordena Inger levantarse, con el escepticismo de la concurrencia excepto de Maren y Él mismo. Sucede el milagro: Inger se levanta. Y es milagro porque ningún estado como catalepsia por ejemplo dura dos días como en este caso.
El final es agridulce, ya que Inger al fin madre le pregunta a su feliz esposo: "¿Y el niño?", contestándole éste que ha recuperado la fe (después de presenciar el milagro) que esta vivo con Dios. No creo que esto le guste a una madre aunque si la consuela.
Para finalizar es una película que lleva a pensar. No es fácil, nos mueve el tapete independientemente de las creencias que se tengan.
Vale la pena verla.