Despertar con la ausencia de la luz, con marcas en mi rostro que lo único que hacen es que me de cuenta que otro día se fue, que mi única compañía es el pasado, que me encuentro en el purgatorio, tratando de buscar un camino, un futuro totalmente incierto.

Soledad es ese tiempo que crees que haces algo pero no lo haces, es caminar por los pasillos de tu casa y no escuchar nada excepto tu respiración, es algo que nadie quiere pero que igual viene a ti.

Es una moneda de dos caras, afirman los psicólogos, es el espejo que nunca miente, que nos muestra lo que realmente somos, lo que realmente pasa, es el martirio que te quebranta para que te conozcas a ti mismo, para que aprecies los momentos de compañía, tus vivencias pasadas.

La soledad no es una botella, no es una pastilla, la verdad es una amiga que no es amiga, es el bien y el mal, es algo con forma pero que no se puede describir, es algo que olvidaste, es aceptar que tienes miedo, que no hay esperanza.

Es la rutina que nunca acaba, es despertarte y estar solo, son los sonidos que tú bloqueas, pero siempre están allí, esperando a que los entiendas, es lo positivo de lo negativo, es lo que nadie entiende porque no quiere, es todo cuando no hay nada, es saber que estas lejos de lo que amas, es el silencio de mi conciencia, es el lugar para encontrarse pero no quedarse, la soledad sencillamente soy yo.