“Soy una luz en el camino” estoy en la mitad del cielo y la mitad del alma, exiliado entre ambos para viajar a traves de los dos mundos, y más allá de dicho mundo.

Aislándome del cielo, se siente uno muy abatido, viajando y escribiendo postales de un mundo, que sólo está en la imaginación del que lo vive, buscando un recuerdo en cada esquina del alma, buscando ese aroma típico de ese abuelo moribundo, que con sus pantalones de pana y el cigarrillo apagado en los labios espera el último aliento.

Pero viajar no es fácil y menos a mitad de algo que nunca llegas a conocerlo del todo, sería como un secreto que aunque esté bien sumergido siempre tiende a salir a la luz.

El cielo es un espacio de lo que la gente ignora, la agonía del viejo moribundo le hizo sentir el frió repentino y la mirada al horizonte donde vislumbro con toda claridad el secreto de esa mitad de su cielo.

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