CARRERAS UNIVERSITARIAS

La ilusión de toda su vida se iba a cumplir, una materia más y se recibiría de abogada, si aprobaba Derecho Internacional Privado, y estaba segura que lo haría porque le había dedicado todo su esfuerzo, era abogada. Ese día le temblaban las piernas de la emoción, miedo no tenía, las preguntas fueron breves, había cursado la materia con excelentes notas y el profesor ya tenía un concepto formado de ella, aprobó con ocho.
Vinieron los festejos consabidos, los compañeros que se exceden, harina, huevos, en la playa de la facultad, los padres emocionados, alguna tía que la envidia porque en su época era más difícil estudiar según ella, el novio que al verla en ese estado le tira un beso pero no la abraza para no llenarse de engrudo, en fin toda la felicidad contenida de los cinco años de carrera, suelta ese día.
Los primeros trámites comienzan a reflejar la realidad de nuestras casas de estudio, primero la obtención del analítico, la parte administrativa de la universidad constata que las materias hayan sido aprobadas en su totalidad, actas de cada una se verifican y después de unos meses como si estuviéramos en el medioevo y no en la era de la computación, sale con o sin observaciones, si hay observaciones bueno puede ser terrible, aparece una materia como no dada y a probar que si se dio, de terror.
En el caso de Gloria no fue así. Luego la universidad fija una fecha para la entrega de diplomas y juramento, otro parto, la fecha se dilata, los diplomas no están confeccionados, falta el papel de seguridad, falta la aprobación del Ministerio de Educación, etc. etc. etc. pero al final llega el día, transcurrió un año desde su última materia.
Gloria y otros doscientos recibidos con sus padres, hermanos, maridos hijos y la parentela que logra reunir, se apretujan en un acto donde habla el Rector y luego juran por tandas según el tipo de juramento elegido, ( por Dios, la Patria, y los Santos evangelios, por Dios y la Patria, por La Patria sola, en fin) hay para todos los gustos, y así según la universidad con toga o sin toga pero con el diploma en las manos, la foto, el brindis y a casa.
Comienzan entonces los gastos, hay que matricularse, hay que anotarse en el Colegio de Abogados, trámites y más trámites y por fin el novel abogado sale a la búsqueda de su primer cliente. Salvo que un familiar con su misma profesión lo ampare y bajo su tutela comience a trabajar, el tema le será muy pero muy difícil, ahí comienza la toma de conciencia de la que nadie le habló en la Facultad, entrar en la selva.
Gloria como otros 2.000. o más jóvenes se han recibido ese año, seguramente como en nuestro país no existen estadísticas de ese tipo nadie está en condiciones de saber si podrán lograr mantenerse con su profesión estos chicos, pasa los mismo con los miles de Contadores Públicos, Médicos, Veterinarios, Arquitectos, Publicistas, menos Ingenieros etc .etc. Generalmente las carreras tradicionales son las más numerosas.
Y es así como el país sin adecuada programación manda al mercado laboral a gran cantidad de profesionales que terminan realizando otro tipo de trabajos originando una gran frustración en nuestros hijos.
Me pregunto, si esto pasa con los pibes que dedican años al estudio con su esfuerzo personal y el de sus familias en muchos casos, imaginemos el panorama de aquellos otros chicos que no pudieron acceder a la educación universitaria, o no quisieron hacerlo porque no todos tienen por que seguir una carrera, con las dificultades que se encontrarán, ¿como lograran formar una familia, acceder a una vivienda, mantener una obra social?
Así llegamos a la prolongación de la adolescencia, hijos que a los 35 continúan viviendo en la casa de sus padres, falta de incentivos, frustraciones.
¿Alguno de uds. ha escuchado a los políticos en general ocuparse de estos temas? No quiero ser más pesimista, pero me parece que en nuestro país del sálvese quien pueda, las cosas marchan muy mal. Mi única intención es hacer esta reflexión, e intentar que tomen estado público las preocupaciones de los padres respecto al futuro de nuestros hijos.