Mi madre tenía una cierta magia,
Que la hacia muy especial,
Sin necesidad de hablar, me decía siempre… ¡te amo!
Esa era mi madre tan compleja y a la vez tan sencilla,
Yo la amo, la amo mucho, pero la extraño aun más.
Cuanto tiempo Mamá que no escucho tu dulce voz,
Cuantos problemas sin escuchar concejos tuyos,
Sin sentir una caricia, diciendo…todo pasara hijito.
Por que tuviste que partir tan pronto,
Solía buscarte en la cama, como cuando tenía miedo
Y me acurrucaba en tus brazos, tú me abrazabas fuerte y sonreías.
Después que partiste, solo quedo tu aroma impregnado en la almohada.

Tus manos me acariciaban y todo quedaba en calma,
Aun escucho tu suave voz contándome alguna historia,
Como cuando era niño en esas noches lluviosas,
¿Mamá, te dije alguna vez, que te amo?
Creo que nunca lo escuchaste de mis labios,
Lo habrás notado acaso, cuando fijo te miraba,
Tal vez lo habrás sentido cuando te abrazaba fuerte,
¿Mamá, te dije alguna vez que te amo?
Tú me lo decías siempre, con tus labios, con tus manos,
Con tu llanto al verme enfermo,
Tus manos me acariciaban y todo quedaba en calma,
Me acurrucaba en tu pecho, para no seguir creciendo,
Para que tú no envejezcas, para que te quedes siempre,
¿Mamá te dije alguna vez que te amo?
Por que no lo hice nunca, me lo repito mil veces,
Tú me lo decías siempre,
Por que te fuiste tan pronto, si aun no te he dicho que te amo,
Necesito que estés conmigo, para contarte historias,
Para decirte que siempre, desde que me trajiste al mundo,
He querido que sepas lo mucho que te amo…Que siempre te voy a amar,
Tus manos me acariciaban, y todo quedaba en calma.

Christian BALUARTE