_ ¿Sabes mi niña hermosa?
Me enamore de una mariposa.
En las siestas la persigo,
y quisiera ser un niño...
¡Quien pudiera en un suspiro,
acariciar su destino!
_ ¿Sabes mi niña hermosa?
Hoy la vi besar las flores,
y desde mi ilusión la sigo,
aunque un conejo no vuela,
en mis sueños sonreímos...
_ ¿Sabes mi niña hermosa?
Me enamore de una mariposa...