Era de día y los vi aparecer...
sombras híper-luminosas,
manchas borrosas cubiertas de una piel
danzando entre esquinas, algunas...
sin ritmo mas que el de la calle....

Risas van, vienen, corren
aparecen y se van,
como fantasmas de días,
como sombras luminosas y luces opacas....
en sombríos días una sonrisa
en luminosos atardeceres una lagrima,
en estrelladas noches un suspiro
y en ansiados momentos el recuerdo.

Fantasmas, colores, caras y un cuanto hay....
luces, manchas formas,
apariciones espectrales dentro de mi reloj de papel,
dentro de un espacio incalculable.
Irreales y concretos,
corpóreamente inexistentes...

Fantasmas, ni vivos ni muertos,
humanoides cansados y fríos.
Volátiles como los vientos
que acarician tormentosos ríos
del alma humana nocturna.

Imágenes al borde de una fotografía,
en el costado lejano de la calle,
en la monotonía de una mirada
o en la jubilosa llegada de la lluvia.


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