Era como si todos supieramos que tan solo podíamos ser felices un ratito, ahogando la voz uno por uno y yo, manteniéndome en pie con lágrimas que e los ojos, se me helaban.
Sentía como si me etuvieran arrancando las venas del cuerpo. Todavía me siento así, porqué no puedo dejar de pensar en ese día.

Minutos más tarde, sentí un sabor amargo al escucharme por dentro, pot tanto descubrí porqué estaba siempre tan silenciosa. Desaparecía en el amanecer pero volvía, suspendida sobre el camino, sobre la noche siguiente. Algunas noches llovían estrellas del cielo y rapidamente desaparecían en la oscuridad antes de que pudieramos formular el deseo. Bajo esas mismas estrellas y ese mismo cielo solís escribir, y veía como la luna se ocultaba para no ver todo aquello y al día siguiente el sol se negaba a ascender gradualmente como hacía siempre. No tardó en llegar la noche, un ambiente misteriosamente silencioso cubrió la zona. La brisa y las nuves habían dejado de moverse, los árboles estaban quieros, como si todos esperaran algo inimaginable.

A veces la noche busca la forma de hablarnos pero casi la escuchamos. No había estrellas enel cielo y al caminar parecía que la noche se volviera más densa, rasgando el cielo.