TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / gusgabriel / Una prueba muy singular...

[C:40641]

Cuéntase que un día..

Sucedió en la selva y de esto ya hace mucho tiempo, tanto que no me acuerdo…
En un amanecer la madre naturaleza organizó una singular prueba:

Mostraría en un certamen la destreza adquirida a través del tiempo por los animales en estado salvaje…
Lo hacía en cierta medida con un criterio acertado y de competitividad.

Empezaba a desconfiar del verdadero instinto de superviciencia de las razas que poblaban el universo ante la presencia del hombre, su peor enemigo.
Ella misma había comprobado que las especies se iban extinguiendo, de modo alarmante y tontamente, ante la presencia del peligro, debido a la poca habilidad en defenderse la raza animal de accidentes tontos o de sus depredadores.
Una falla que la creadora, de ninguna manera debería tolerarse si quisiese que la esencia de la misma selva y millones de especies, prosiguiese por la posteridad.
Pasaron los días y la madre naturaleza encontró la solución:

Organizó un gigante torneo entre los diversos géneros de animales para que ellos y con sus pruebas mostrasen, a su enemigos y demás componentes de la selva, sus habilidades primitivas y también las mejoras adquiridas en el lapso transcurrido en la tierra.
Al fin y al cabo no era más que el instinto de supervicia de las mismas.

De ésta manera los otros animales al observar a los participantes encontrarían la manera de auto superarse de ellos, viendo las mañas de que sus depredadores presentaban a la vista, reconociendo que su arte en la supervivencia vencía
Así y con lo aprehendido de las miles de formas expuestas por los representados en certamen de esa manera se establecería al tiempo el mismísimo cálculo de la naturaleza.
El balance entre la vida y la muerte quedaría mejorado, subsanado a la misma actualidad de los días.
Solo de esa manera quedarían los más débiles, enfermos, o mutilados por accidentes etc.
Pero ello era una condición sin réplica.
Ellos habían sido así creados para saciar el apetito de toda una generación, en la selva
Asi los más fuertes subsistirían y de paso, mejorando la raza.

Así fueron respondiendo a las pruebas, las aves, los osos, los leones, los elefantes, monos, las águilas, las víboras, gansos, flamencos, elefantes, y un sin numero inmenso de animales.
Todo el reino animal en esa semana concursó mostrando lo aprendido en el tiempo en la tierra y sus constantes mejoras en no caer en las manos de los hombres
Las demás especies aprendían y mejoraban de arte adquiridas de la concursante y de esa forma la astucia en ellas fue mejorada como así de poco a poco la velocidad incrementada, mejorado después en el arte del camuflaje y de ese modo innumerables artes aparecieron que fueron aprendidas por todos los animales de la selva.
Una clase magistral toda la naturaleza animal estaba aprendiendo con el consentimiento de la misma madre naturaleza.
Casi al finalizar el torneo llegó los turnos a los últimos de la generación animal:

Los peces.

Para ello la naturaleza, le administró una severa prueba.
Durísima y reflexionada prueba de inteligencia e ingenio.
Sabido la misma madre naturaleza que los peces (y esto no es una infidencia), poseen escasísima inteligencia, desde el mismo inicio de la vida les sugirió una prueba durísima.
Pero en definitiva la prueba era para que los demás asistentes viesen como ellos se defendían, atacaban y superaban los obstáculos aun cuando ello en apariencia fuese imposible de realizar.
Para ello la madre naturaleza les propuso:
Una carrera por el lago, para luego subir a una torre inclinada que daba salida al mar abierto en el medio de esa bahía.

En la tarde bien temprano empezó la prueba.
Se formó alrededor de ellos una gran multitud y muy variada ansiosa para verlos en su desempeño.
Casi nadie, pensaba que la prueba iría a realizarse hasta el final.
Y que menos que los peces salieran victoriosos.
Al fin la condición que se había planteado a los peces, era ilógica

Pues la carrera sobre el lago sería para ellos algo muy natural.
Pero subir una torre inclinada nadie había de haberles visto realizarlo, ni menos hubo de ser testigo ni siquiera, los mismismos peces
Ni los salmones que de ello eran los campeones en saltos y obstáculos.

Empezó tal desigual evento.
Muy contentos los peces empezaron a nadar.
Mostrando así ante una multitud azorada, grandes saltos y cruces a gran velocidad, revelando un sincronismo perfecto.
Los mismos eran festejados por gritos de alegría por los las otras razas desde la tierra
Aumentaron los festejos cuando los más diversos cardúmenes de colores disímiles y muy bonitos pegaban grandes saltos para luego confundirse entre millares de diversas variedades y tamaño.
La madre naturaleza los miraba desde el alto de una roca.
Ella estaba aun muy preocupada.
No había hasta ahora más experiencia de la que ella misma le había asignado desde el inicio de la vida misma.
Pero las demostraciones proseguían asombrando a todos los animales que nunca imaginaron tal espectáculo.
Sobresaliente fue ver a los peces los mas plateados ensayando al mismo tiempo un gran salto en forma de tirabuzón, sobre el borde del mismo lago para luego tomar gran velocidad y dar una vuelta de cabeza.

Pero se aproximaba la segunda parte de la prueba.
La torre con salida al mar.

Los peces creyendo que con una loca carrera lograrían el éxito, emplearon para ella la más prolongada corrida de la historia de las razas de todos los peces.
Fue ahí justo ahí que los gritos de alegría se transformaron automáticamente en comentarios de
"Que pena”.
No lo van a conseguir."
Esos peces no lo van a conseguir, decían las aves.

Y fue así que arrancaron corriendo y corriendo cada vez mas era un espectáculo majestuoso y a un tiempo que ellos los peces consideraron el justo:
Saltaron.
Pero apenas rozaron la torre y ni siquiera lograron asisrse a ella.
Caían por miles al agua de la bahía.
Repitieron la carrera pero saltando lo más cerca de posible de la torre:
Fallaron.
Al poco tiempo todos se cansaron.
Y muchos de ellos comenzaron a abandonar la prueba.

Simplemente de daban por vencido, así de esa manera ellos mismos serían preseas de los peces mas grandes, y así mismo la especia no lograba superar las barreras puestas por el hombre su peor enemigo
Al tiempo no más de una hora millares de peces quedaron exhaustos, a merced de los animales depredadores que simplemente con meterse al agua les cazaría
Pronto aparecieron frases durísimas hacia ellos:
"Que pena".
Ahora si que ellos han demostrado que son fáciles de pescar.
Solo hay que llevarlos hasta un lago y acercarlos a la tierra.
Allí son presa fácil, comentaron los osos.

No lo consiguieron.
Era lógico decía lo albatros, siempre fueron tontos.
¿Cómo van a subir en una torre?

Y seguían los comentarios.
Así la multitud de razas de animales se fue retirando.
Pues no había visto nada de lo que ellos mismos sabían que eran los límites propios de los peces.
Hasta que de pronto esa misma multitud miró asombrada.
Muy asombrada.

Había un solo pez en apariencia igual a los demás pero que persistía en su intento.
Continuaba subiendo solo.
Y con muchísima dificultad.
La multitud al verlo en su intento se acercó gritándole:
"No lo va a lograr".
"No va a poder hacerlo".
"Cuanto tardará, en desfallecer".
Pero ese pez seguía.

Y seguía cada vez más tranquilo y despacio, su cansancio iba en aumento cada vez más, pero ya veía la meta.
Y con ello gastó, sus últimas fuerzas.
La multitud entonces se calló.
Al rato se empezó a oír, entre el gentío de animales que:
…ese animal había de haber usado una artimaña secreta, en su intento.
“Los peces jamás han subido y menos tan alto", decían.

Pero era cierto y bien cierto que ese pez usaba su sola fuerza, sin engaño alguno, ante los miles de presentes entonces las teorías más locas de engaño y conspiración caía en el ridículo.
Solo un pez estaba superando la prueba.
Y así lo logró.

Entonces todos los animales querían saber que le había pasado.
Había de haber realizando algo tan desigual para lo que nunca fue preparado por la mismísima naturaleza.
Ese pez desde la torre se tiró al mar regresando poco después muy cansado pero feliz de haber superado la prueba.

Un pez mayor a quienes todos le respectaban, le fue a recibir, llamándolo con voz muy ronca y alegre.
El pez no respondía pues seguía mirándolo sin atender a sus palabras.
Le grito mas fuerte, el noble pez ante el desconcierto de los presentes.
El pez el que había logrado el éxito, seguía impávido antes el mismo llamado del noble.
El anciano comprendió:
Era sordo, ese animal que había realizado la prueba.
Entonces el mismo no había escuchado lo que le decían los demás:
Que no le lograría, que no llegaría, etc.
Y menos
Que abandonase la carrera y tantas cosas atontas, de desaliento.

Ese pez al verlos gritarle a la multitud enardecida desde la torre, solo pensaba
Me están alentando.
Y se esforzaba cada vez
Más, más, más
Hasta lograrlo.

Así la madre naturaleza en una gran noche de estrellas brillantes, cerró los juegos definitivamente.
Pero ésta vez con una gran sonrisa entre sus labios.
Los demás peces comprendieron el mensaje, de los mismos oponentes:
Nucas hagas casos a las prontas felicitaciones y menos des valor a las palabras de desaliento sino



Preocúpate de
Ser tú mismo,
Aun cuando todo
A tu alrededor
Suene a fracaso.

Junta fuerzas
Desde el inicio.
Para tal o cual
Pretensión
En la que de
Ella quieras
Emprender.

Y no dudes jamás,
Nunca lo hagas
De tu éxito.
Solo así y solo tuyo
Será el triunfo,
De nadie más:

Inténtalo hijo,
Procúralo realizar, aunque me digas como ahora, que no puedes.




Gustavo Camisasca
Contemporáneo
Entre diciembre del 2001 y enero del 2002.
Guardase, como:
"camialmundo"





Texto agregado el 25-05-2004, y leído por 138 visitantes. (0 votos)


Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]