PRINCESA DE VANIDADES

El frío se apoderaba de la noche cuando decidí entrar en un pequeño bar, sin reparar en la hora....
No me había dado cuenta de cuanto camine, pero era demasiado, era como si intentara escapar, tal vez de mi, tal vez de alguien, tal vez solo de nadie. Me dolia una ausencia, que intentaba matar con abrumadoras horas de charlas escuetas y sin sentido, cayendo en el monólogo conocido como, “Udes no me entienden” oculto tal vez, por no mostrar lo fragil de mi batido corazón. En eso que estaba sintiendo lástima de mi, me atendió una joven mujer, de largo cabello rubio, de sonrisa cálida, ojos negros que mostraban algo de picardía, me pregunto -“Que es lo que desea”, y sin dejar de mirar su boca, le ordené un whisky. Se fue apresurada marcando su camino con el zigzagueante coqueteo de sus caderas, que sin querer me quede observando, evitando seguir conmigo.

Le gente me desconcertaba, era un lugar de apariencias tranquilo, maderas en las paredes, elementos irlandeses traidos de taiwan, lámparas imitadas, apenas parecia un lugar conocido....el humo desfiguraba los rostros. En la barra estaba el dueño con un gran bigote, de aspecto hostil pero ingenuo, leyendo un diario tratando de disimular que no vigilaba. Unas personas me rodeaban, y murmuraban por lo bajo, no las conocía....

Se acercó esta mujer con mi trago, y casi sin tiempo estas palabras me dijo –“Sonreí, que a vos no te pagan por hacerlo...”- fruncí el entrecejo levante la mirada y vi un rostro que me ofrecía un gesto cómodo de holgado conformismo mezclado con un aire de color. Respiré profundo como en un eterno suspiro respondí – “Me canse de hacerlo gratis, esta vida es una sínica señora que te invita a tomar el té, todos los días, esperando por ti cada tarde, controlándote los horarios, para que después de la ceremonia te abandone una vez que casi te acostumbraste a su mal aliento.” Me miró con sorpresa, de reojo observo mi copa, que no estaba vacía, y me dijo – “Debe ser duro, no tener otra cosa que hacer que lamentarse... yo en cambio soy libre... si bien éste es mi trabajo, sé porque lo hago, y sólo es temporal, yo quiero otra cosa para mí, me lo merezco, nunca me lamente y nunca senti lastima por mi.” Quede atónito por lo valioso de sus palabras, cómo una mujer que de apariencia tan ingenua, como de no haber terminado el secundario, me daba lecciones de vida. Me estoy haciendo viejo pense, y no pude evitar la mueca, parecia haber perdido el vigor que te da la esperanza de cambio y el perfume de alegrías.

Las horas pasaban en tragos de incontables ideas que me abordaban sin pedir el permiso necesario, una sensación de alegría mezcla de angustia se acumulaba en mi pecho por haber encontrado una mujer, capaz en dos palabras de orientarme, darme el norte perdido en mi juventud producto de innumerables errores, estatuas de hielo, amigos nombrados sin mérito, personas recordadas sin merecerlo, muchos descartados sin quererlo, otros no se... Cómo dejar escapar la oportunidad de conocerla.

En el aire volaban canciones de los 80, esas que atraen sentimientos de nostalgia, de perfumes de mujeres pasadas, de sonrisas y muecas cómplices, de continuos movimientos de cabeza como tratandole de recordarle al tiempo lo que el se llevo... Me apena la situación de estar sólo, me duele el no haber podido encontrar alguien para confiar mis sueños más locos, sin esperar que se burle de mi, ni me tome por soñador. Inmerso en ese callejón sin salida que es el recuerdo, me despertó una voz suave, pero segura - “Disculpe, le sirvo algo más, mire que estamos por cerrar....” era esa mujer. Lo incómodo de la pregunta, me hizo reflexionar, que sentido de la vida que poseía esta mujer, en pocas palabras resumía una vida a punto de apagarse.... “Va a hacer algo con su vida, mire que se le termina....” No podía dejar de mirarle, era como una adicción que me producía, quería escuchar más de ella, quería saber más de ella, la quería......

En lo incómodo de la situación, levantó apresurada mi vaso, paso una rejilla velozmente por la mesa, como si fuese un pase mágico rompió de esta manera el encantamiento que tenía mi mirada en ella. Cerrando la boca, tome aires de actor y en el mejor tono de voz pregunte por su horario de salida. Sin más tramite –“esperame a las 4 en la puerta”.

El frío me subía por la botamanga del pantalón, me estremecía de vez en cuando, pero misión era clara, conocer la mujer que alumbraría la oscuridad de mi soledad. Fumaba apenas el último cigarrillo cuando mi compañera apareció a mis espaldas y em dijo-“ Vamos yo conozco un lugar cómodo” mi corazón saltaba de alegría, sentía que se quería salir por mi garganta, esta mujer iba a cambiar mi vida conducirla por senderos de paz de sol, de suaves brisas de primavera, de eternos jardines de flores blancas, de soplos de mar, de amor ? ???

Mi paso no era seguro, mi andar tampoco recto, ella ayudándome desde un brazo, como apuntalándome.... pensaba en lo increible de la situación..... me sentía seguro por primera vez en mi camino, acompañado, no tenía miedo de caer, estaba ella conmigo.... ella esa princesa sin nombre.....

Al llegar a una bocacalle, se aproximó un auto a toda velocidad, ella me apretó fuerte contra su pecho avitando que ese auto se robara mi vida. Ahora estaba en deuda con ella, mi vida ya no era más mia, sino suya. Nunca nadie tuvo un gesto de esa magnitud, nunca nadie me enseño a no caer, nunca nadie me apretó con fuerzas para que no me lastime, nunca nadie. Mi admiración a ella crecía en colores de rojo y cálido amanecer, con ese sol tibio, tímido con fuerzas de quemar.

De repente me vi envuelto en luces de colores, de imágenes extrañas, de floreros y adornos que no me eran familiar, olores a desodorante que intentaban tapar el edor de un puro mal apagado, de almas que no se dejaban ver a quienes no le interesabas, de un montón de piezas una al lado de la otra, en las cuales se escuchaba gente hablar, otras se quejaban, otras se reian, otras gritaban, pero no se las veían, piezas en las cuales cada persona vivía su vida al estilo oculto, de lo privado, de lo propio, de lo desinteresado....... Yo pense que encontre el lugar en el cual me era permitido la expresión propia, este es el lugar en que soñe para mi, para expresar en forma sin límites mi amor a mi mujer, el lugar donde no existen los cuestionamientos, el lugar en el cual uno puede demostrarse vivo solo a quien lo aprecia.

Nos escondimos en uno de estos secretos...... su mirada ....... como ame esa mujer.

Me desperte por movimientos bruscos y un grito de -“Dale que nos cobran doble......yo no pienso pagar, “ su voz no era suave, su gesto no era gentil......Quien era esta mujer, esta era mi princesa? De repense desapareció saliendose de mi vida con un mero chau. El sol en la realidad me partía los ojos apenas entreabietos, mi cabeza pedía a gritos una droga para calamar su dolor. Que pasó me pregunte.

Asi es mi estimado amigo pensé haber encontrado lo que buscaba en una mujer, pero sólo encontre lo que quise, el tener sueños en esta vida te hace que el despertar de la realidad cotidiana te quite esas ganas de seguir adelante, te rompa las ilusiones de encontrar el ideal, el absoluto perfecto, el amor de tus sueños. Hoy pase por ese lugar, la vi, ni siquiera me saludó, no era tan rubia, no tenía esos ojos de color negro seductor, más bien su mirada era triste, apagada, de cansancio. Me equivoque compadre, el sueño sólo dura hasta la mañana, pero fui feliz sólo esa noche...... y triste esta mañana, puedo decir que estoy vivo, que siento, ahí radica la alegria de vivir, en lo común en no esperar, sino dejarse sorprender, en no creer en las personas, sino en aprender de ella, en caminar cada día mas firme con el mentóm erguido, sin haber sido siquiera vencerdor, sino vencido, por el sólo hecho de querer cada día no ser olvidado, y obrar para ello.