Una señora gorda veía con intimidación a una joven esbelta de cuerpo atlético y figura hermosa, se preguntaba por qué luego de tantas dietas ni un kilo había rebajado. Quiso preguntarle a la bella dama cuál era su secreto para mantenerse en forma, cuando de pronto sintió que las piernas se le dormían, lentamente cada parte de su cuerpo iba sintiendo un terrible cosquilleo e inmediatamente tuvo que sentarse. Lo más extraño del caso es que entre gritos y alaridos de desesperación, la joven dama que se encontraba tan cerca de ella, no era capaz de darse media vuelta y auxiliar a la pobre señora.
La joven era sorda, había nacido con problemas auditivos. La señora había nacido en perfectas condiciones mas no disfrutaba de lo que gozaba sino de lo que carecía. Muchas veces somos inconformes con lo que tenemos, así sea con nuestros sentidos, con el detalle más mínimo como es el ver, escuchar, sentir, amar…