Una sonrisa dejó a su paso muchos colores sobre un ancho manto de penumbras. Las miradas participan lozanas buscando una magnitud diferente. Sedientos de vida, de sana alegría, promesas en curso de anhelos incumplidos, avanzamos hacia un camino diferente, portal de un nuevo destino cual fuente bendita. Sigo resuelto hacia su figura buscando un abrazo sincero que perdure. Verdades del corazón hacen sonar largas trompetas. La naturaleza nos permite hacernos de un peldaño para escalar hasta el éxito.
Con los ojos abiertos, los brazos atentos, repletos de ansiedad, atravesamos sin prejuicios el mural de una imagen trascendental, aunque sin quererlo, las puntas de sus botas dibujaron un par de círculos en el esmalte encerado, lo que en parte supo empañar el gran momento, con vapores de realismo mundano.