Precisamente me pregunto qué hice?


cuando no puedo ni pronunciar qué llevo arrastrando me convierto en una especie nocturna, un segundo de emociones, dos terrones de azúcar con el temor y seguridad de lo amargo en la última gota, un olor distinto al incienso, un olor casi responsable de los alfileres que rozan la imaginación, el corazón que corre desprevenido y sin razón, el conjunto que envuelve en armonía mi desconfianza, ese mismo que se traga la angustia y el terror.

Quisiera que tuvieras el valor de escuchar que sólo necesito una razón, por más ilógica, innecesaria o irrelevante que sea, que supieras que no eres tu ni es por ti, es parte de mi pasado lo que podrías salvar.