He perdido aquel espíritu aventurero, o aquel sentimiento que busca la eternidad, sólo quedó mi cuerpo y una conciencia vacía. No busco problemas y tampoco soluciones, me siento perdido más allá del olvido. ¿Qué hacer cuando murió la ambición, el deseo de compartir con la pareja o de gozar con la afortunada de la noche? no es un retiro espiritual, tampoco un remedio para el estrés (obviamente....). Sólo me siento vagamente "sin ganas", como dice aquella película con el colchón abrazador de la heroina, "Yo escojo, no escoger". Muchos le llaman espacio personal (o almenos así lo llamé antes) el famoso "tiempo para mi", no sé... pero más bien, al final de mis eternas y nocturnas reflexiones, creo que más bien estoy donde debo estar y al contrario de la opinión popular, en realidad, me estoy preparando -en todos los sentidos- para aquella persona con la que pueda disfrutar mi longevidad. Mientras tanto... no, no soy gay, pero no me interesa ni el valor sentimental ni el carnal... sólo quiero ser yo y prepararme para poder compartir mi verdadera escencia con aquella mujer que formará parte de mi alma.