Hay cuentos tan tristes,tan tristes...cuando una está viejita y está sentada en su mecedora de sueños..se da cuenta ..y se da cuenta que aún es la sombra de su sombra ...la futura sombra agónica de su propio atardecer..entre cobijas, entre calores, entre colores que se van volviendo planos, entre melancolías por amores que se fueron, por amores que llegan , por situaciones que se embargan de si mismas...por el camión que se come al camión , por los espirales eternos...por los caminos que anduvo, por los caminos que retuvo...las viejitas en sus mecedoras son armas peligrosas..son mazos ... mazos de cuentos, son barcos en altamar, libres, sin niveles, sin tiempos, sin nada que perder, con todo que llorar, con todo que ganar...regresan los tiempos vacíos ,en novelas vacilantes de la vida real..cuando las mujeres romànticas ancianitas pueden hacer que todos sus amores regresen como príncipes...que regresen como corazones sin coraza..pueden hacer que vuelvan, pueden sentirse amadas otra vez, pueden sentir las rosas de sus pasiones dentro de ellas mismas..las viejitas en sus mecedoras son mujeres fuertes , son amantes, son musas ,son la presencia de su propia omnipresencia...de pronto somos flores jovenes,sin miedos,sin recatos, de pronto somos mas felices por ser tan felices..por ser eternas.por ser-essere. |