Hoy he descubierto la razón por la que un día de hace mucho tiempo decidí empezar a escribir. Lo hago para olvidar, porque mientras escribo no pienso en el hastío que me produce el egoísmo de las personas, tal vez incluso, el mío propio. Sí, lo hago para olvidar que al ser humano le importa una mierda joder al prójimo mientras a costa de ello uno se sienta satisfecho. Escribo por que mientras lo hago, invento otras vidas donde yo pueda convertirme en la superheroína que le planta cara al mundo y decide no dejarse dañar por seres egoístas llenos de… No sé de qué. ¡Qué se yo de lo que están llenos! Creo que de nada… ¿Qué puede haber en alguien que sólo siente satisfacción cuando daña a otro? No puede haber nada. Es imposible que haya nada…

En fin, después de tanto tiempo ya me acostumbre a volcar dolores, tristezas y frustraciones sobre papel ficticio que luego terminará en la papelera de reciclaje…

Termino, lo elimino… y continúo con el capítulo que escribía de mi novela. Cuando esté terminada, espero que les guste.