RECOVECOS
VOLANDO DE RAMA EN RAMA
El aire cautivo en la primera burbuja…
La reflexión.
La visión de un mañana nuevo
en que, juntos, dos
descubrieron la bóveda celeste.
Los latidos de la tierra, el asombro del sol:
EL HIJO RECIÉN ENGENDRADO.
El sonido de otra voz
creando un poema insondable
inmortal a pesar de todas las muertes.
La necesidad de las preguntas.
Las respuestas en el aire
Apagándose encendiéndose cual estrellas milenarias.
Los signos
La dualidad del ser
Lo moldeable de la razón
La razón de ser una misma (uno mismo)
Los latidos, Los adagios
Las pausas de los latidos
El ritmo sereno ensanchándose en la aurora.
Volando de rama en rama
el oxigeno elemento del agua que cae
día tras día por los paisajes.
Los oídos repletos de ese bullicio trotamundos.
Mariposas remontan el atardecer
en busca de la lámpara encendida
que vendrá.
Pero ¿quién toca la gaita en ese bosque?
¿las hojas, las viejas hojas que caen?
¿los huesos, los flacos huesos quebrándose
de todas las mujeres y hombres
que han intentado cruzar la niebla
impenetrable?
Escribo ¡Silencio!
Estoy libre en el aire.
¡Silencio! no me descuelguen
Pero… ¿qué es el silencio, qué es?
Toda la existencia habla.
Las aguas murmuran la causa de la corriente.
El péndulo se mece al compás del tiempo,
en el espacio.
Afortunados los que han visto
otros paisajes en el interior de sí
y pueden vislumbrar otra existencia.
Desafortunados los que han predicho el fin del mundo
y ha estallado en sus cabezas, finalmente.
A propósito…
¿qué heredad cubrirá las manos
de los que vienen llegando?
Algunos brotes habitan muy en lo alto
de las copas de los arboles,
éso promete…
Hoy es casi invierno
Los arboles comienzan la languidez del otoño.
Las hojas caen,
los pétalos y el bruñido color de los ensueños.
LA FLORESTA
Esos bosques de raíces anchas,
anchas como copas para beber la leche.
Esos árboles repletos de rocío
son los pezones de la tierra
con los que ella impele él oxigeno al interior de sí
gravitando, dando rodeos por el cosmos,
alardeando como gallo en los pastizales del universo.
TIERRA.
Madre orgullosa, colorida de madreselvas,
dulce como la miel y amable
puesto que nos sostiene
a pesar de nuestras pisadas dolorosas:
En cada ciudad fábricas de hollín
congestionan a GEA.
La cohibimos con alquitrán, con cemento,
con partículas de plomo
Con desechos de nuestros ductos internos
Y con nuestra arbitraria conducta suicida,
asesina del propio aire que respiramos.
Tomo tierra seca, estéril
y se escurre por mis dedos;
aun así sé que ella es madre
la más tierna, la más acogedora.
Nos lleva sobre sus anchas espaldas como bebes
porque gemimos demasiado
abarrotados de preguntas sin respuestas
buscando la divinidad perdida
olvidada, tal vez, en el espacio.
Mojada la tierra
de ella brota cualquier semilla;
poderoso el retoño se eleva
alborozado por los aires, como un milagro;
Ella es LA MADRE…
Miércoles 22 abril 1998.
Sin compasión vamos pisando a todas las criaturas
que están bajo el musgo.
¿Debe someterse la vida a nuestro paso?
¿Debemos quebrar cada brizna de pasto
con la presión que ejerce nuestro andar?
¿Debemos, además, destruir con pesticidas toda minúscula existencia, indefensa,
precipitada a la vastedad de sus días, coartados por el devastador humano aserrador de bosques y de prados?
-Insecticidas más potentes expelen los laboratorios toda vez que abren sus puertas.
De paso fabricamos nuestra propia destrucción-.
¿Acaso no somos un eco más en el cosmos?
…Y LAS NOTAS MUSICALES
Afortunados los que escuchan los acordes del piano.
Los grandes músicos nos han dejado sus obras
(dictadas por el gran hacedor de los ecos)
para no herir tímpanos con estridencias.
La opera nos eleva, la lucha en el contexto
sugiere un conjuro a la violencia.
(Nabuco de Verdi: El coro de los esclavos… El vaivén del cuerpo.
El alma ondea.
Johann Strauss (h) “El Murciélago” el vals por desventura termina…
De Beethoven “La novena sinfonía” -…escucha hermano la canción de la alegría…-
Sublimes notas: los sones en lontananza reverberan.
Los que puedan eleven sus voces,
los desafortunados de voz, la audición.
Breves, tal cual somos, nos internaremos
en los misterios de la música
y habremos de recorrer desconocidos parajes.
En la cúspide se hace el respirar más lento
y es ahí en donde se encuentra
lo profundo y vital de la existencia.
Nada es más innecesario
que marcar nuestras pisadas en el suelo.
El altoparlante de la voz no emite sonido alguno
sólo se escucha a la orquesta.
El primer violín provoca encantamiento.
Todo es cielo y estrellas.
Cada suspiro es una nota musical.
El arpa es el agua, la catarata.
-Las cataratas del Iguazú son una orquesta de cuerdas-.
La noche llega a ser un conjunto pletórico
palpitante
situado en el escenario del firmamento.
Unta de maravillas tu espíritu afortunado.
Ay! Madre, ¿cuánto hay de ti que no sabemos?
¿qué día comenzaste a rodar para nosotros?
Ay! Padre, ¿en qué parte del cosmos habitas?
Legendario es el estilo de tú ausencia.
Utópico es el día… …tú venida.
Padre, Padre, ¿quién más cosecha las emociones
que emanan de las notas musicales?
¿quién en la galaxia sembró las estrellas
y cosecha sus frutos centelleantes?
Madre,
¿quién esparció la semilla
de planetas en el espacio infinito
y lo recorre de principio a fin
como si fuera una huerta estelar?
¿Quién recoge la energía que exudan los hombres desterrados?
¿Quién alimenta las creencias
y lucra con las opresiones de la fe?
¿Quién le cubre al ser efímero los ojos con estelas,
le absorbe las fuerzas
con jeringas invisibles
mientras punzan los dolores?
¿Quién le dio a conocer el falso vigor
para que siga siendo
un productor eficaz de movimientos?
¿Quién, al impedido, le inventó silla especial
para que ruede a ras de suelo
y libere veloz las energías que no posee?
¿Quién coge al vuelo todo lo que digo?
Tanto signo interrogante y tantos más por hacer.
¿Quién creó las lunas a modo de puente
para saltar del espacio a la tierra
y a otros satélites de esos otros mundos?
¿Quién querría cosechar el producto liberado de las guerras?
¿Qué ente ordena la destrucción de los metales?
¿Quién, de los campos ensangrentados,
recoge la sangre, la absorbe y o la bebe
sin darnos cuenta de nada?
¿Quién utiliza el imperio de la violencia
como fuerza impulsora hacia otras sensaciones?
¿Por qué la paz y suavidad no es bien recibida?
El sosiego es un laberinto difícil de cruzar
enmarañados recovecos nos detienen
Todas las luchas nos incitan a crear artimañas,
a caminar de un lado a otro con prisa,
a un ir y venir desquiciado
y lo sabemos y lo hacemos,
porqué.
¿Por qué lo divino está en las iglesias,
sólo en los santuarios
y no en cualquier lugar
de nosotros mismos?
¿A quién le sirve la furia de las aguas
y el llanto de los hombres
destrozados?
¿A quién le sirve el llanto
del vientre de la niña
sola, soltera, embarazada?
Un vientecillo suave
Provoca el descenso de las hojas.
Es otoño en mi ciudad
y lo es en mis dudas.
Jueves 23 de abril 1998
Este día es hermoso
tiene hechura perfecta.
se siente el viento perfumado del estío.
Me recuerdas primaveras.
es tan hermoso y excelso
que no quiero pedir más cosas
tan sólo una rama de jazmín.
A través de mi pasan:
el canto de los pájaros,
la risa, la tarde libre…
Con suavidad veo nacer los días;
anteriormente llegaban repletos de labores a pleno sol.
Ensalzada me vino
toda la libertad del otoño,
los remansos verdeclaro,
el cielo limpio tras la lluvia
y el tornasolado color del horizonte.
ENIGMAS… … … … …SABADO 25
Hay que elaborar secretos que cundan.
así el misterio de la vida
será más extenso
bajo la noche en la planicie.
Es extenso lo ignoto bajo la luna menguante.
Elabora enigmas como una pluma…
Sonríe y guarda sigilo.
LA AMISTAD
Que la amistad esparcida por el mundo
y todos los afectos, formen una ronda.
Hagamos esa ronda para preservar el bosque
y la luciérnaga…
Los depredadores acechan.
Cantemos canciones de cuna
para que se limpien las aguas.
Fueron cristalinas,
como un ser recién nacido: inmaculadas.
Para que lo nauseabundo se evapore
soñemos todo lo posible, lo más posible.
El verde alentador vendrá hacia nosotros
y nosotros lo esparciremos por las ciudades
y toda plaza será un bosque.
Atravesando la calle, en la plaza de los juegos,
las veredas, los niños y el viento se llenaran de risas.
Compañeros de los campos, del litoral, de la madera.
Hagamos esa ronda para que la lluvia caiga y limpie.
Para que los rayos solares se cuelen
por las cerraduras y cunda la pulcritud
hagamos esa ronda.
Así la pausa del HOMBRE en esta tierra
será luminosa y perfecta.
Más perfecta si escucha el canto de los valles
y la eterna melodía de las siembras.
AMIGOS MÍOS:
cada oveja, cada hormiga, cada pan
tiene un fin determinado y es perfecto.
APACIBLE LA GAVILLA
EXCELSO EL ESCENARIO DE LOS TRIGOS.
LUNES 27.
La noche de anoche
necesitó tan poco para ser perfecta.
Las olas dándose la mano,
avanzando al unísono. Separadas reiteran
las caricias al borde de la playa.
Adiós, dicen las olas,
volveremos
divulgando el retorno de la espuma.
Nos dicen:” todo ha sido posible
en el agua”, y entreabren el enigma.
Entretanto el viento en la arena
forma olas a su modo.
A lo lejos se oye
el iracundo ulular de las sirenas,
muy persistente en invierno.
…Y las pisadas, impresas levemente
recordando el sonido
de los hombres y mujeres que pasaron.
Las olas susurran: fueron los amigos
y vendrán tantos a posarse a este costado.
La orilla del mar embelesa,
hace al caminante meditabundo y sereno.
El canto del agua se escucha
mucho antes de golpetear los peñascos.
Las marea muere en el borde.
Viene,
revienta en la forma del escollo.
Desaparece
como si fuera la cúspide.
El agua es la misma toda la vida y siempre
Infinitamente lo mismo…
Volando de rama en rama
el oxigeno componente…
Entretanto la vastedad se mece
Al tiempo que el estero agiliza su ritmo
para encontrar destino.
Así es la vida inmutable,
siempre igual: yendo y viniendo,
expirando, comenzando.
En sus ilapsos la mujer y el hombre se preguntan.
Pocas veces el infinito contesta,
algunas veces una brisa apacible responde,
casi siempre la respuesta es una (uno) misma (mismo).
Así es la vida
la primera burbuja encadenó
en el agua una sombra:
la imagen de una paloma mensajera.
Y es de este modo desde antes de los esbozos
en el lienzo extendido…
LA VIDA
Siempre la misma
Eternamente detrás del espejo
Perseverante
Yendo y viniendo
Expirando comenzando.
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Noeli Suazo Roman chilena.
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Autor: Noeli Suazo R