Este texto es parte de una serie de ejercicios que voy a ir desarrollando, espero buenos comentarios y sugerencias.

No es posible que estés en esta situación. No es justo. Sé que no fui el perfecto hombre de tu vida pero hice todo lo que pude para que tuvieras todo lo que quisieras. Pongo a Dios por testigo.

¿No querías viajar a España mientras nuestros dos hijos estaban en la universidad, dando para ello casi todo nuestro salario? No supiste sacrificarte por nuestros hijos. Es una rabia que ahora sale como una bomba, delante de ti. Debí hacerlo hace mucho tiempo. No pienses en decírmelo, si lo tenía que hacer y no lo hice, fui cobarde. Confundí mi amor contigo con el sacrificio que tenía que hacer por nuestra familia, para que todos tuvieran lo que necesitaban.

Cuando íbamos a comer a la casa de tus padres, ¿te acuerdas? Siempre decías que teníamos que llevar el mejor vino tinto que pudiéramos encontrar. Claro, tú no lo pagabas. Tus padres estaban contentos eso sí, en parte es bueno, para que no se entrometan. Pero gastar tanto dinero para cada visita… ¡que billetera puede soportarlo! Disculpa que te grite pero es la verdad y no puedes negar que siempre te lo he dicho, claro, sabiendo que me tirarías todo lo que tus manos encontraran en el camino.

¿Cómo? ¿Qué fui flojo? No sabes lo que me gustaba trabajar pero contigo a mi lado, trabajar era hacer las cosas para hacerte feliz. No sé en que momento de nuestras vidas las cosas cambiaron.

Ahora que estás echada debajo de la tierra, te pido que ahora duermas tranquila. Mientras tú descanses en paz, yo también podré hacerlo.