Cae la noche y los peregrinos siguen caminando por un sendero estrecho, van en parejas para no perder el paso porque una niebla espesa cubre el camino que han de seguir.
A lo lejos se vislumbra el recinto y es impresionante la estructura de piedras megalíticas, los peregrinos se quedan simplemente estupefactos ante la gran puerta de piedra que les da la bienvenida, no sólo una sino un gran círculo de piedra; es el lugar ceremonial sagrado que hoy conocemos como Stonehenge, allí donde fluyen las energías.
Cada año se repite el mismo rito de iniciación, hombres y mujeres llegan desde los confines de la tierra con majestuosos y solemnes vestidos largos y dentro del círculo de doleritas azuladas empieza la ceremonia de sanación, cánticos, alabanza. Todos caen como en un trance hipnótico y sienten que su espiritualidad está en conexión con el majestuoso universo, sienten que las energías sanadoras fluyen en todas direcciones y bañan el mundo con la energía creadora.
El místico misterio de la ceremonia ha terminado....
entonces la peregrina puede apreciar sus ojos y parece que se observa desde lo alto, reconoce sus ojos, su mirada pero en otro cuerpo.... es extraño pero una electrizante corriente recorre su cuerpo.... después de tan largo viaje por fin ha encontrado una parte de su existencia.
Al día siguiente la peregrina despierta y va inmediatamente al espejo reconoce los mismos ojos, la misma expresión de la mirada pero la diferencia es que ahora si que reconoce su cuerpo, ha sido un sueño tan evocador y de otro tiempo?