TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / lucho4747 / EL MEJOR VINO DEL PLANETA

[C:415650]

EL MEJOR VINO DEL PLANETA

Luis Cifuentes S., 2009

Respuesta a artículo del mismo nombre publicado por Roberto Castillo Sandoval en:
http://noticiassecretas.blogspot.com/



Robertico:

Parece que te las vieron, y no me refiero a aquella amiga calentona que te siguió desde El Pinar hasta Philly con su oferta amorosa. No. Me refiero al tema Clos de Pirque ’74. Yo probé este vino en el campo de concentración de Chacabuco, donde un militar cuyo nombre me comprometí a no revelar, internó 6 botellas. Este señor tenía la pintoresca convicción de que la dictadura iba a durar pocazo y que después se venía la marea comunista, con terror de masas, tribunales populares, paredones y todo, de manera que él hacía lo humanamente posible por congraciarse con los presos.

Bueno, la cata del Clos de Pirque ’74 se realizó en la casa 26 del pabellón 5, donde moraba, entre otros, el joven enólogo Roberto Soto, que volverá a aparecer en esta historia. Los catadores fueron un grupo de notables del campo. Yo de notable no tenía nada, pero sí algo de patudo, así es que me colé y nadie creyó prudente echarme, posiblemente porque varios de ellos sospechaban que yo era un infiltrado y los supuestos infiltrados son los últimos a quienes se expulsa de alguna reunión - obviamente clandestina - en un campo de concentración. ¡Interesante micro cultura!

Se abrieron las botellas del Clos y el primero en pronunciarse fue Hugo, el bibliotecario del campo, hombre bastante carreteado y refinadamente culto, quien sentenció, de manera poco característica, porque era un caballero de aquellos: “Este vino es una mierda”. Poco a poco se fueron manifestando los notables, todos muy críticos del vino (no me atrevo a nombrar a nadie, ya que algunos izquierdistas de entonces afirman hoy que nunca fueron presos políticos; para mantener el balance chilensis, algunos distinguidos derechistas afirman hoy que nunca fueron presos comunes ni, mucho menos, prófugos de la justicia, válgame dios). Cuando llegó mi turno, creí prudente aportar una pincelada ideológica y dije: “Este vino es una agresión fascista”, a lo que varios asintieron. El presidente del Consejo de Ancianos dio el veredicto final: "Mahoma no más. ¡Qué le vamos a hacer!".

En eso quedamos, de manera que jamás tu Clos podría ser el mejor vino del planeta.

Sin duda, ese galardón corresponde al Conchalí 1975 (etiqueta roja) de acuerdo a una cata a tuertas que se efectuó en Manchester en 1976, específicamente en 5, Lindow Road, M60 0QD, cerquita de la catedral del fútbol británico: el estadio de Old Trafford. En ella participaron los distinguidos intelectuales Enrique Berríos, Pablo Costa, Roberto Soto y Rectifilo Velastín, quienes, amén de enólogos, eran profesores y científicos notables, a pesar de que, a la sazón, sólo uno de ellos pasaba de los 30 años de edad.

La cata fue ‘a tuertas’ (que no a ciegas), de acuerdo a la moda entonces imperante en el Médoc, donde al experto se le permitía ver sólo el poto de la botella llena. Aunque no se reconocía públicamente, esto se hacía para evitar que los connoisseurs confundieran vinos blancos con tintos, cosa que ocurre con embarazosa frecuencia, dejando a los organizadores, négociants y demás participantes como chaleco de mono, gesticulando a la francesa y lanzándose feroces acusaciones mutuas.

El objetivo de la cata fue definido y quedó por escrito: comparar la calidad de los mejores vinos franceses con los mejores chilenos, decidiendo así cuál era el mejor vino del planeta y de todos los tiempos.

Roberto Soto argumentó que los vinos chilenos son intrínsecamente superiores a los franceses, debido a que las vides chilenas no son injertadas, mientras que, por miedo a la phyloxera, las francesas sí lo son; sugirió, así, que nuestra cata podía ser superflua. A la mayoría le pareció que ese argumento era demasiado técnico y dejaba cabos sueltos, de manera que decidimos continuar con nuestro plan.

¿A quién encargar los mejores vinos franceses en la historia? Sin duda a Ahmed, el pakistaní del negocio de la esquina, que es ducho en import/export, sabe mucho de vinos y consigue muy bajos precios, aseveró el profesor Costa.

Ahmed, un simpático inmigrante que trabajaba 18 horas diarias, aceptó de inmediato y a los pocos días llegó con una caja con doce botellas polvorientas, cuyas etiquetas eran ilegibles, pensamos, por el paso del tiempo y la humedad de las cavas subterráneas. El pakistaní afirmó con gran aplomo que se trataba de las 11 mejores cosechas de los vinos clasificados como Grand Cru Classé de Bordeaux y del mejor Grand Cru de Bourgogne. Como él era Master of Wine, según rezaba un certificado enmarcado en la pared de su boliche - lo del nombre era un error, afirmaba Ahmed, ya que no coincidía con el suyo -, aceptamos su selección, pero más convincente aún fue el precio: ¡30 libras esterlinas por las doce egregias botellas!

Quedaba el tema de cómo conseguirnos los mejores vinos chilenos de todos los tiempos. Roberto Soto y yo, que habíamos participado en la histórica cata de Chacabuco, sabíamos que, de frentón, el Clos de Pirque ’74 no estaba en la lista, pero ¿qué vinos que pudiéramos catar debían estar en ella? Enrique Berríos, muy conocedor de Londres, cineasta y pianista clásico de gran proyección, dijo que podíamos decidir en función de los vinos chilenos entonces a la venta en la prestigiosa tienda Harrods, a lo que Rectifilo Velastín acotó: “De mayor categoría que Harrods es la tienda Cat’s Cojins, que está detrás del Palacio de Buckingham. Es donde la reina hace su shopping. Sugiero ir allí”. Todos asentimos.

El sábado siguiente tomamos el tren a Londres. Nos costó llegar a la tienda real, pero lo logramos y, buscando entre kadarkas, cannonaus, egri bikavers y bollingthurgaus, sólo encontramos un vino chileno en las interminables estanterías de Cat's Cojins: un cabernet sauvignon - merlot. ¿Vas a creer tú que era el Conchalí 1975, etiqueta roja? Felices, compramos una caja (18 libras) y partimos de vuelta a Manchester. El domingo en la evening nos juntamos en Lindow Road a realizar la cata a tuertas.

Para hacer la historia corta, el Conchalí '75 les sacó la cresta a los vinos franceses - que tenían todos una nariz directa con vinagre, dejos de detergente industrial, frutas putrefactas y flores mustias; en boca, vomitivos y con reminiscencias de arsénico -, con lo que el chileno se coronó el mejor vino en toda la historia del planeta por unanimidad de los expertos presentes. Para no pecar de falsa modestia, revelo aquí que yo fui el quinto catador.

Saludos, Robertico, y que no te sorprendan tan fácilmente con historias de vinos. Los chilenos son muy mitómanos. Como recordarás, yo soy súbdito británico.


Texto agregado el 30-07-2009, y leído por 736 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
30-07-2009 Para mi la historia se ha quedado en un segundo plano, me ha maravillado esa fluidez de palabra, ese torrente de frases que sin embargo enganchan y mantienen el interes hasta el final. Muy bien, me ha gustado. olavera
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]