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Inicio / Cuenteros Locales / elrudo37 / Las Osadías Del Microbio Ballenista

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Bienvenidos, por este lado pueden observar donde pueden empuñar sus bisturís, donde pueden desmoronar a uno que otro vivo. Hola, bienvenidos una vez mas, por este otro lado pueden empuñar sus dagas, para ver sangrar, entiendo que han venido para poder tratar de encontrar sentido. Sentido a que? La confusión se los traga? O simplemente no entienden como fue que esto se les haiga escabullido de las manos, quien, como o por que, como llegaron a este lugar? Esta bien, siéntense, o si ya están sentados por favor no se ponga de pie, esta usted en el lugar indicado. En primer lugar usted es una persona educada, esto es cierto, por que entiende estas palabras, entiende el contenido neto. Claro, esta de más decir que cualquier elemento de la literatura de la expresión más antigua de nuestra humanidad, usted ya lo tiene más que dominado. También esta por demás que usted es una persona totalmente calificada para poder zigzaguear entre palabras, decidir entre el si el no, entre el existe, o simple la perdida de tiempo es un echo inminente que persiste en cosas. Ya teniendo entendido y claro estos datos no me queda mas que introducirme, de hacer mi gran entrada para poder sentirnos en un ámbito mas de amistad que de extraños. Yo, yo soy solamente una persona cualquiera, cuento con dos manos, dos piernas, un cerebro lleno de masa gris. Mi vestimenta es simple, siempre uso chanclas, a veces descalzo, me gusta sentir el suelo donde piso. Lentes, uno que otro accesorio con colores no tan vivos, un gris un negro, nada llamativo. Ok, ya mas familiarizados yo con usted, espero que lo que prosiga sea de su agrado, esperemos que sea un manjar, un buen y exquisito bocado.


De entre las entrañas de este gran animal me veo procreado, soy simplemente uno más, un ser entre microbios que se autoalimentan de este animal, se adhieren a sus pieles, a sus intestinos a sus órganos y se alimentan, microbios, parásitos. Entre uno de tantos días decidí escalar hacia el techo de su estomago, anduve tambaleándome entre la pared, cuento con el poder para adherirme a las paredes o a cualquier cosa y asimilar su forma, y esta vez decidí hacer eso, escale. Me postre en la sima, observando todo, miraba desde arriba solamente cubos, cuadros, trazo geométricos, y no lograba entenderlo. Desde abajo todo se ve tan complicado, tan revuelto que no se logra observar bien. Este animal, yo creo es una ballena, algo gigantesco, ya que cuenta con un orificio en su techo, creo es un estomago, por que puedo ver costillas, pero quien soy yo, soy solamente un parasito, un microbio, que decidió separarme de lo ya asegurado y me aventure hacia lugares no poblado. En esta corteza, se puede observar estos cuadros, estos trazos desde lejos, y se que ahí es donde yo vivo, ahí es mi casa, peor ahora ya los dejaba en un lugar acomodado, cerca del olvido. Existía esto? En realidad no podría creer que los colores con los cuales estaban pintados estos cuadros trazados en el suelo, fueran tan estrechos, tan delineados. Como si solo existiera un tipo de color por cuadro. Como puede ser eso, lo note en el camino, notaba distintos colores, ya que yo soy de un color verdoso, veía como cambiaba conforme a la pared de este gran estomago me acercaba. Pero quien soy yo para notar la diferencia, quien soy yo para decir que esto no debe ser así, que los colores son uno y uno nada más. Lo miraba desde la sima, veía entre el cielo donde solamente unos pocos llegaban, y no por imposible o dificultoso, si no simplemente por que no existía la razón por el cual viajar o atender a estos lugares. En la sima, después de un rato entre soledad y apreciación, llego otro como yo, otro color, hablamos. Le contaba que venia de ese cuadro verde, y el me dijo que del otro cuadro azul, lo salude. Temblaba, decía palabras entre palabras, titubeaba. Entre todo ese embrollo de palabras y después de un largo respiro me conto, que de donde el vino no fue por decisión propia, fue casi un crimen en lo que el estaba metido. Yo, en mi momento de nirvana, no quería escuchar, dije, bah! A de ser un loco mas, pero no, no, no... Muy equivocado estaba. Me mostro un trozo de papel, donde tenia un poema, muy bello..... Decía esto...

Que es lo bello de mi pueblo, Ella,…….

Ella... Esa mujer a quien más quiero...
Que truene el cielo, y desate su furia con bastones de hierro
Que caiga la lluvia, que por ella yo me muero
O quizá entre tanto alucine y ayuno
Llegue la muerte, tome mi mano y me obsequie un pedazo de su tranquilidad
Haga de mí un hombre menos triste, haga de mí un hombre menos leal
Capaz de soportar ese tacto de noche, ese respiro que habla de ella
Desde mi cama, este sudor, y no esta ella
………….

Bello... lo leía y lo leía, pero nunca era el mismo poema, acaso se moldeaba con mi vida, era un universo vuelto poesía, me quede perplejo. El, seguía entre sollozos ríos que emanaban de sus ojos, seguía contándome su pena. Me conto que después de escribir este poema, decidió tratar de ser lo mas inteligente. Conocía unas gentes, ellos escribían, decían cosas, cosas y la gente escuchaba, y que mas calificados para poder decir si o no a estos versos. Yo, yo quien soy, un simple ogro que decidió partir a ser ermitaño, un odioso microbio que vive entre concreto intestinal de esta gran ballena. Entre la muerte viviente, entre los plomos letales que se escupen de cilindros infernales, soy un ballenista común y corriente, no tengo esas aptitudes, pero fui lo mas sincero, antes que concluyera con su osadía tras este poema. Le dije, amigo, amigo, amigo, este poema no es poema, no son versos, es tu amor el mío el de todos vuelto letra en papel, empuñado vuelto talavera, con trozos de vida, naturaleza. Es imposible que cuya dama, su dama, se resista a tan fuertes palabras, pero por favor prosiga, que si su presencia aquí enseguida de mí, en la sima de esta pared, es la causa de este poema y su osadía, una razón muy valida debe existir. Prosiguió, contando que finalizando su escrito, a estas gentes fue tendido, esperando a que sus letras fueran suficientemente buenas a nivel de estos cultos, dignos de la poesía, dignos de las letras. Con esto el entendería que algo grande había conseguido, cual fue un error. Esa maquinaria, la cual se volvió un grupo selecto, tomo su escrito, lo observo, como se observa a un convicto, a un criminal. Empuñando sus dagas, tomaron a ese cuerpecito, trazándole profundas incisiones, mientras el observaba silencioso y calladito. No lo pudo soportar, les arrebato.. lo que restaba, ya que lo que tenia consigo fue parte de todo el escrito. Corrió, corrió, y otros microbios lo persiguieron exclamando que ellos solo estaban haciendo lo preciso. Todo se torno en horror, lograba escuchar ese cuerpecito sollozar, a medias a medios escritos, incisiones cortaduras profundas. Lo tome entre mis manos una vez mas este bello escrito, me senté a su lado, le dije, Amigo, amigo, amigo, usted es la razón por la cual yo existo. Justamente en ese momento el cuerpecito deslumbro de entre mis manos, ríos y ríos de brillos emanciparon, y un destello deslumbrante cegó nuestras miradas. Cuando todo seso… entre mis manos no solamente el fragmento quedo, si no un cuerpo con volumen y completo, de ese poema se creo……

Que es lo bello de mi pueblo, Ella,…….

Ella... Esa mujer a quien más quiero...
Que truene el cielo, y desate su furia con bastones de hierro
Que caiga la lluvia, que por ella yo me muero
O quizá entre tanto alucine y ayuno
Llegue la muerte, tome mi mano y me obsequie un pedazo de su tranquilidad
Haga de mí un hombre menos triste, haga de mí un hombre menos leal
Capaz de soportar ese tacto de noche, ese respiro que habla de ella
Desde mi cama, este sudor, y no esta ella
Bah! Que son estos reproches por su ausencia
Se donde se encuentra ella
Su simetría, su amor, no puede ser posible que a la muerte le cuente lo triste
Me desvié entre caminos y venas
Obsequiando esta sangre que emana de mis venas a la muerte
Cuando ella es la viviente, ella es la razón de mi subconsciente
Se donde se encuentra
Y que viva ella, que viva .. Ella por mi perfecta
Esta noche le contare mis desvividas entre caricias
Le contare mi credo religión y desvelo
Lo cual es poco pero mi mas humilde obsequio
Desvivirme entre su vientre entre sus pechos
Fundirme en sus mil fuegos

El silencio se apodero de los dos, sabíamos lo que había ocurrido, el solo me observo, y me dijo dos palabras, las cuales quedaron tatuadas en mi alma, Pobreza Divina, y se dejo caer, soltándose de la pared. Observaba como descendía sin miedo hacia ese trazo, ese cuadro en el suelo… no solamente ese día ocurrió un grato y bello destello, una milagrosa osadía, un paisaje bello, si no encontré una parte viva mía que buscaba sin pensarlo…. Entendía que por mas desmoronada este la vida llena de aletargaría, es cuestión de enfrentarse a la orilla para comprender que el mar nunca es el mismo cada día………

Las Osadías Del Microbio Ballenista


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Texto agregado el 07-08-2009, y leído por 157 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
07-08-2009 Una narración excelente, con buenas imagenes y magnífico estilo. Algunos detalles de ortografía que no empalidecen lo escrito. Saludos desde el corazón de Venezuela. susana-del-rosal
 
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