TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / yari / Alma vaga

[C:417581]


Me puse en pie, no muy temprano como suele suceder. Fue una mañana realmente diferente, había algo que hacia que así fuese, el peso de mi cuerpo parecía ser diez veces mayor a lo que realmente era, sentía como si algo me hubiese resucitado. No recordaba mucho del día anterior, solo sabia que un inmenso dolor se apoderaba de mi, el porque estaba ahí y porque me provocaba tanto daño era una de mis interrogativas, parecía que ese dolor estaba absorbiendo toda mi vitalidad, mi aliento, mi energía.

¿Que había sucedido? no lo recordaba... Observe como examinando mi alrededor y todo era tan sombrío, ¿que me hacia falta?, ¿porque estaba sola?, no entendía, de pronto, algo en mi me decía que eso era lo que siempre tuve, ¿soledad? ... Pero, ¿porque habría de querer aquello?, ¡si el ser humano es un ser social!, ¿será acaso mi naturaleza?, ¿será acaso mi manera de sentirme a gusto? pero pensé, no, no, no... Está no es mi manera de estar a gusto, ni de sentirme mejor, porque de otro modo, no sentiría este peso en el cuerpo... ¿Como llegue a esto?, ¿cuando morí?... Decidí buscar respuestas y trate de conjeturar algo anterior.

Salte de la cama, y lo primero que se me vino a la mente fue el recuerdo de Martín, como una suerte de ángel que ilumino de un segundo a otro mi entorno sombrío, ¿quien era él?, y ¿que necesitaba de él?. Era lo que quería averiguar, no, no estaba destinada a estar sola, estaba destinada a estar con el... Por lo menos a estar con alguien como el...

Busque de entre mis cosas mi viejo celular y busque su nombre, al establecer contacto oí su voz, diciendo ¡hola!, quede impávida, no sabia que decir era como si se remeciera mi cuerpo, de pronto toda mi seguridad se tornaba movediza, con una tímida respuesta dije: Martín necesito de tú ayuda... El me respondió: Sabes que siempre estaré aqui, en realidad no lo sabia!!.

Mientras esperaba a que ese incógnito llegase a mi casa, trataba de dibujar en mi memoria algún bosquejo de quien llegaría a resolver todas mis dudas.

Revoloteaba nerviosa, llena de incertidumbre y una inexplicable ansiedad, contaba los segundos, imaginaba un ángel, un ser perfecto... Un alma igual a la mía.

Seguía esperando, cada segundo se volvía más eterno, y el reloj sonando con tu tic-tac, cada vez era más insoportable, seguía esperando, e imaginando, volví a preguntarme ¿porque estaba sola?, no imaginaba nada... Faltaba una hora seguía esperando, el reloj sonaba y ese silencio de monasterio que inundaba la casa... Empecé a gritar ¡quería que acabara!...

Nada me hacia recordar, nada me hacia retornar... Seguía esperando, necesitaba de Martín, lo quería conmigo, ya no estaba sola lo tendría a el a mi lado, ya nada más importaba, para que necesitaba el ayer, si pronto nada nos separaría...

Empecé a sentirme feliz, una sensación inexplicable de satisfacción conmigo misma, ¿que causaba en mi esa persona?, ¿era capaz de devolverme la vida ese ser al cual desconocía o del cual nada recordaba?, era absurdo, ¿que podía sentir por el?... ¿nada?, solo la idea de no estar sola me producía un cambio así de ¿drástico?, no tenia pies, ni cabeza, seguía esperando, me partía la cabeza razonando. No necesito de esto, entonces, ¿porque espero??...

Todo en la casa me era familiar, pero, ¡Martín no encajaba, de donde había salido! ¡ahhhhhhhhhhhhhh!

La puerta sonaba, corro por ella, mis pasos agigantados, corría, corría sin parar, pero a pesar de ello, estaba tan lejos, parecía que nunca alcanzaría la manija de la puerta, llegaba, una lagrima corría por mi mejilla...

Cuando desperté, estaba sola, si, estaba sola, ese no era mi mayor problema, estaba encerrada, si, lo estaba, no tenia dominio de mi, mis manos no funcionaban a mi voluntad, ni mis piernas, ni mi cuerpo, pero yo estaba allí, solo que nadie lo notaba, existía gente que me cuidaba y se encargaba de mi, pero su compañía no me producía nada, no producía nada semejante a lo que sentía por Martín...
Estaba sola, y mi cuerpo pesaba mucho más que en aquella ilusión, ya que simplemente no podía con el, mi vida no tenia significado, pero aún así estaba bien, porque seguía esperando a martín...

Martín no llegó, el silencio cada vez me desesperaba, más, ¡¡no lo quería!!, sentía deseos de escapar de allí , de no volver jamás, ¡pero no podía!, estaba encerrada en mi propio cuerpo, todos los días se tornaba más ensordecedor, mis ojos estaban cerrados. De pronto una voz logro que estos reaccionaran por si mismos, ¡era martín!. ¡era su voz!,

- Sabes que siempre estaré aquí, madre.

Ahora si, lo sabia, aunque no sabia porque me nombraba así, ni que significaba.

Habla Martín, habla, todo es mejor, si te oigo a ti.

La lagrima volvió a caer, mi ángel estaba conmigo.

Texto agregado el 13-08-2009, y leído por 157 visitantes. (0 votos)


Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]