TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / Choy / En busca de mi TESORO

[C:417775]

Hace muchos años, en un pueblo donde el sol iluminaba todas las mañanas sus diversos lugares, donde las plantas crecían rápidamente y donde la gente reflejaba como era, llegó un hombre cabalgando en un caballo blanco, vestía entero de negro, con unas grandes botas verdes, un sombrero grande y blanco. Era un hombre fino y alto con ojos grandes, era un hombre misterioso.

Aquel hombre un poco molesto, se bajó de su caballo y observó detenidamente a su pueblo, aquel pueblo pequeño y acogedor que lo vio nacer y crecer, un pueblo con lugares encantadores. Miró hacia el infinito pero reaccionó de una vez, no podía recordar sus viejos tiempos, solo debía fijarse en su único objetivo por el que había regresado “Buscar su Tesoro” sí, aquel tesoro que tiempo atrás le habían robado sin piedad, aquel tesoro que le había entregado su padre antes de morir.

De repente se le apareció ante él una hermosa mujer. Él se quedo perplejo e inmóvil al ver ese lindo rostro de nuevo frente a él, su pelo era largo y negro como el azabache, sus pequeños ojos y su nariz tan perfilada hacía de ella la mujer más hermosa del pueblo.

-Mecato, ¿eres tú?

-Bolondrina, no puede ser, ¿aún sigues aquí?

-Sí, soy yo, aquí estoy.

Bolondrina era la antigua novia de Mecato, cuando éste aún vivía en ese lugar.

-Tenía miedo de que te aparecieras así como ahora lo estás haciendo.

-Sabes bien por lo que vengo, ese desgraciado tendrá que devolver lo que no le pertenece.

-Por favor, deja eso así, tienes que marcharte…

-Claro que no, sabes bien todo lo que significa para mí.

-Lo sé, pero estás en peligro; Gregoriano sabe que estás aquí, sus amigotes se lo dijeron y están planeando algo en tu contra, temo de que no salgas con vida amor mío, te amo. Por eso huye.

Mecato acercándose lentamente a ella, colocó la mano en su cintura y apretándola a su cuerpo fuertemente le dijo suavemente:
También te amo tesoro, pero todo esto pasará y te juro que luego que recupere lo que me pertenece, te llevaré conmigo.

-Gregoriano puede matarte, sabes que si no lo hizo aquel día cuando te robó, fue porque llegó la patrulla.

Bolondrina estaba nerviosa.

-Huye Mecato, vete de aquí.

-No me digas eso, no sabes como quisiera tener entre mis manos a ese ladrón y matarlo, quitarlo del medio y ver como Dios se lleva su último aliento.

Mientras Bolondrina conversaba con Mecato, se escuchó un disparo. Mecato observó como aquella bala le rozó lentamente la cara.

De inmediato puso a Bolondrina detrás de él, protegiéndola como cuando eran niños y algún animalillo la asustaba.

-Vil desgraciado, suelta esa arma y pelea como hombre.

En ese momento aparecieron 3 amigos de Gregoriano.

-Con que necesitas a tus amigotes, mísero cobarde, poco hombre.

Mientras Mecato ofendía a Gregoriano, uno de los amigos de Gregoriano que llevaba por sobrenombre “El cuchillo” le clavó una navaja a Mecato en el brazo derecho.

Mecato se lleno de ira

-Estupido, mil veces estupido, y diciendo estas palabras Mecato corrió herido y se le fue encima a Gregoriano, mientras los amigos de él mismo huían al escuchar la alarma de una patrulla.

-Dónde está mi tesoro, desgraciado.

-Mecato, suéltalo, suéltalo.

Con una gran risa entre sus labios, Gregoriano dijo:

Mátame si quieres imbécil, pero no sabrás. Eres tan poca cosa que hasta tu noviecita me ayudó aquel día, cuando te robé el tesoro que te dejó tu difunto padrecito.
-No puede ser, nunca soportaste que mi padre fuera mejor que el tuyo y que Bolondrina me prefiriera a mí antes que a ti, tuviste que robarme lo que más apreciaba para sentirte mejor, maldito!

-Eres tan estupido, no ves más allá de tus narices.

-Cállate Gregoriano, amor déjalo, no lo escuches.

-Desgraciada, con razón querías que me fuera, me engañaste.

-No, amor.

Mecato dejando casi muerto a Gregoriano con todos los golpes que le había dado, agarró el arma que éste tenía y apuntándole a Bolondrina dejó escapar un tiro que le atravesó la cabeza a Bolondrina, cayendo esta a sus pies en plena calle.

Mecato miró a Gregoriano fijamente a los ojos, aún tenía vida y apuntando hacía él, dejó escabullir otro tiro que se quedó dentro del cuerpo de aquel hombre que yacía con el sol.

Mecato se quedó parado por un rato y vio como de aquella patrulla que se estacionó frente a él, se desmontó su mejor amigo de infancia llamado Federico.

-Amigo, tienes que huir.

-No si encontrar lo que estos malditos me arrebataron sin piedad.

-Te refieres a esto.

A Mecato se le iluminaron los ojos al ver aquella caja marrón llena de monedas de oro que minutos antes de morir le había entregado su padre.

-¿Cómo, dónde lo encontraste?

-Hace mucho asechaba a Gregoriano, sabía donde estaba, pero se me había hecho difícil sacarlo de aquella fosa tan profunda donde lo había enterrado.

-Gracias amigo, no sabes cuanto significa para mí.

Mecato feliz por haber recuperado su tesoro y decepcionado de la mujer que nunca dejó de amar, montó su hermoso caballo y ese mismo día se perdió en la oscura carretera del pueblo, con su tesoro en manos, pero dos muertes en su conciencia; su enemigo y su amor.



Texto agregado el 15-08-2009, y leído por 160 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
15-08-2009 "¿Hace muchos años atrás?" ¿Qué es eso? ¿O sea que es posible decir "hace muchos años delante"? Pensé que en esta página rechazaban los pleonasmos. Otra pregunta: ¿Es "No amor", o "No, amor (con coma)"? Comas explicativas, elípticas, determinativas, vocativas, etcétera. El tenor del texto sí está bonito; pero ten en cuenta que una simple, pequeña y coqueta coma puede armar toda una guerra. Un saludo. caparlopos123
15-08-2009 Muy uena historia, me gustó mucho, vas creciendo, felicidades******* JAGOMEZ
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]