Nadie lo sabe

Nadie lo sabe,
actuamos con total indiferencia.
Nos duele tanto,
orada tan profundo nuestra esencia.

Nadie lo sabe,
poder y orgullo pauten tal vez esta vivencia.
El silencio es la espada y el escudo,
que acrecienta y atomiza la evidencia.

Actuamos con total indiferencia.
No nos miramos,
y sin embargo el alma está sedienta,
de piel, de sueños, de respuestas.

Nos duele tanto,
abisma y desgarra tanta ausencia.
Proximidad y distancia son excusas,
que se bosquejan y quedan inconclusas.

Orada tan profundo nuestra esencia,
saber que se repliega esta dolencia,
bajo la absurda decadencia,
de palabras que huelen a inclemencia