En la situación más deseada hasta ahora siento que fallo. Tengo miedo. Me voy. No puedo seguir. Se acabó.

Cuando la paz me invade, la noche descansa y yo con ella. Al amanecer, nueve días después, siento que volverá a pasar. Voy con ganas a ello. Espero no rajarme ahora. Aplastamiento. Luz. Pelos como el acero. Bienestar. Luz. Plástico. Prueba superada. Sé que una vez puesto el condón nada podrá fallar. Veo borroso pero veo bien. Dios mío. Esto está oscuro. Sucio. Huele mal. ¿Dónde estoy? ¿Esto es un culo? Su voz es horrible: grave e interrumpida. Salgo y mi amo me desfunda e intenta hacerme entrar de nuevo. Me niego. Está seco y yo también. Siento presión. Ah!!!

"Desgarrado e inconsciente, el pene flácido es escondido tras el pantalón. El dolor sufrido por su dueño, junto con el estrés de la situación hace que la cremallera endemoniada ataque sin piedad al pequeño ser. Debe ser operado. Jamás volverá a levantarse. Jamás se volverá a despertar.".





...Fin.





*Javier Santalices*