Lamentablemente, yo no escribo  
para otros, 
triste, pero en realidad 
poco y nada terminarán importando 
que pongas una, 
dos, tres, 
cuatro, 
cinco, 
o inventes un subconjunto de estrellas 
para calificarme, yo, 
reitero, no escribo 
para nadie que no sea yo, 
no escribo para los 
que callan, para los 
catarticos, para los que 
quieren eliminar al 
mundo de poesía, de 
canciones de amor, 
de cosas bonitas: 
lamentablemente, 
no soy una acerrima de las 
cosas buenas, pero 
tengo el minimo de decoro de respetar 
las cuestiones que pasan, sino: 
 
¿Cómo me planteo 
el respeto de las cosas que digo? 
 
Al final de cuentas, no 
importa mucho lo que 
crean de mí, lo 
que me interesa es que 
dejen de pensar que 
las cuestiones las  
hago por ustedes 
sino que las hago 
por mera catarsis, por 
una cuestion que cada  
mañana me replanteo, 
pero que cada noche al acostarme 
recuerdo que es una mera 
estupidez: 
no importa, te digo 
otra vez, lo que pienses, 
de mi, de mi poesia, 
de las estrellas en mi patio, 
de las personas 
con las que me acuesto, con las 
que me junto en las tardes, 
con las que me influencian, 
si al final... 
 
... Yo no soy tan importante 
para ustedes, solo una desconocida más.  |