¡QUIÉN PUDIERA!

¡Quién pudiera ser el aire,
Para rozar tu cintura,
Y acariciarte los labios,
Misteriosa criatura!
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¡Quién, cuando amanece frío,
Se atreviera a ser el sol,
Para alegrar tus mañanas,
Y llevarte mi calor!…
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¡Quien pudiera ser la lluvia,
Y, sintiendo en cada gota,
Deslizarse de tus ojos
Y apurarlas en tu boca!
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¡Quién se hiciera ruiseñor
Y siempre, al nacer el día,
Saludarte con amor
Y una hermosa melodía!
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¡Quién ser un ángel pudiera,
Para velarte en tu sueño,
Y sentir, en mi quimera,
Que podría ser tu dueño!
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¡Ser la sangre de tus venas,
Llegar a tu corazón,
Para aliviarte en tus penas
Y amarte con devoción!

EMILIOSALAMANCA
10 Septiembre 2009