| Las flores, los puchosel pasto, el taladro
 los pitos, los autos
 primavera engalanada de bocinazos
 de edificios impregnados de smog
 el Santa Lucía
 que loreo, que te miro, que te veo yo
 derramado en goterones de hojas y de sol.
 
 Y los pacos, los perros, las motos
 los cauros pasteando en la zapla
 y el canto matutino de los pájaros
 que me deleitan en stereo con sus trinos.
 
 Al despertar tenía un sueño
 algo así como un parto para seguir estando vivo
 aunque en realidad no era eso
 lo del parto es un milagro que ya no imagino.
 
 La verdad era que los vietnamitas atacaban Iloca
 ¿cuándo fue eso?
 ni para un sueño, ni para realitty
 ¿de adónde se habrá visto disparate semejante?
 por último la Eta, Osama o los yankees (go home),
 pero ahí había algo
 un entuerto raro
 un no se que
 algo que me le olvida
 que no se dilucida
 por culpa de la zopiclona que se termina.
 
 Mejor deje de acomodar las pestañas
 porque me tamborileaba la cuchara
 y me dispuse nuevamente a recorrer la vida
 hirviente de prisa, bullente de caras afiladas.
 
 Y ahí fue entonces
 cuando escuche la trutruca del toqui
 de un Odín, de un Wotan, de un Loqui
 de un Thor criollo prusiano
 que me llamaba al Valhalla.
 
 Pajarón, imberbe, caído del catre
 que te cortaron verde de la mata
 basta solo de miradas
 de poner caras que no expresan nada.
 
 Ahí fue entonces
 cuando el indio pícaro me hablo
 atravesando a la india pícara
 en medio del cerro
 llenándolo todo de luz.
 
 Ahí fue entonces
 cuando supe lo que tenía que hacer
 como huaso bruto iletrao
 de ojotas con ponchera de chicha e manzana
 que no le pego ni una cuestión al inglés
 primitivo, roto chileno que soy yo no más
 que le doy al puro spanglisch chicano con cuea
 que voy al instituto pa puro cuartearme a la Dayane
 que no me pesca, que me tiene pal loly la zambeca
 que me tiene mongo, zopenco, chiflado, tarado
 idiota, ajilao, azopado, somormujo, mentecato.
 
 Tren tren, cai ca vilu, ngenechén
 nguillatún, anchimayén, los voiguevoes
 hoy le hablo a la mina, sí, hoy si que le hablo
 no mañana, ni pasado
 ni en luna nueva, ni en luna llena
 ni en cuarto creciente, ni en cuarto menguante
 que venga el burro
 y que de weon en el asterisco me lo plante.
 
 
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