Sin haber muerto y mucho menos ser un ángel
Pude tocar el cielo
Al rozar tu piel mis labios,
Y, mi cuerpo sentir el calor de tu virginal inocencia;
Cual entraña de volcán
Que por vez primera, derretida
Coquetea con el aire trémulo,
Entró por mi torrente
Cual veneno letal
Paralizó mi corazón
Perdí la razón
Perdí el sentido
Me invadió la pasión
Me traicionó la virilidad
¿O fue más fuerte tu humildad?

Sentí encenderme cual braza al viento
Sentí caer cual ave muerta
Sentí volar cual pluma sin control
Más fui una pavesa…

Pues cual principiante fracasé
Débil, sin el valor para aplastar el gatillo,
O cual niño al entregar su juguete preferido.

No sé que hice mal
Si el desearte cuál gota de agua en el desierto
Si el respetarte cual frágil cristal
Si el ignorarte para así poder olvidarte
O tal vez cual primerizo en el amor
Creyéndome hombre fui un niño
Y creyéndote niña fuiste Tú
…Siempre una mujer
A la que no quise ver como tal
Por ser pequeño y mortal
Frágil al sentir
Y con temor de afrontar
Venga lo que venga sin importar
Ignorando que allí detrás de esa pared
Estaba la felicidad
Una puerta que desesperadamente esperaba ser abierta
Cual celda de condenado
Cual vientre por la vida

En fin …
Llegué al cielo sin estar muerto y sin siquiera parecerme a un ángel
Pero ahora sé que el cielo eres tú
Y que tal vez
Ni, convirtiéndome en lo que no soy ni puedo
Lo vuelva a sentir de nuevo.