El frío azul me observa ansioso,
Me siente débil, confundida;
Me oye medo dormida, absorbida por la vida ágil;
Me huele la extrañeza demostrada,
Saborea mis angustias más sensatas y las más Lógicas.

La lluvia grisácea contagia mis temores,
Vierte en su balde la melancolía de nieve ingrata;
Cae por montones desesperada y llora con furia
Para sacudir las almas susceptibles.
Destroza y desgarra con un estruendo el júbilo,
Entierra las quimeras coloridas y vierte en la tierra la Decadencia inútil.

El viento crudo sopla a mis oídos,
Susurra fríamente su secreto afilado.
Una voz que no existe, un misterio peregrino que me Intriga y sacude.
viento que me acompaña solemne con sus Improvisadas melodías...Feroces.
Creador de una atmósfera de compañía ilimitada;
Compañía de elegante soledad de único acompañante Impredecible.

Ahí van los pensamientos corriendo desfavorecidos, faltos de sitio, silentes y sin rumbo alguno, Desprovistos de silbidos cálidos y de nubes que les Dancen.