La semioscuridad
Reflejaba tu silueta
Tú pelo Volando distorsionando las sombras
Envolvíendo y Embrujando mi ser.
Fascinado y extasiado, Tocaba tus labios,
Me envolvía tu cabellera negro azabache,
Sumergiéndome en un torbellino
De deleite absoluto e inmortal.
Nuestros cuerpos fundidos,
Sin poderse apartar,
Viviendo la agonía
Del tiempo morir.

Cada instante,
de encuentros Furtivos,
que alejados, Se disfrutan intensamente más,
Acrecentando cada minuto, cada instante,
Queriendo dormir en tus brazos
y ya no despertar.

Nunca pediste nada a cambio
Solo amor y pasión.

Entre más distancia y tiempo…

¡Como recuerdo ese momento en la semioscuridad!

Te Amo…