Recordé...
que no lo sabías… porque nunca lo dije.

Fue más fácil ocultarlo, así me protegía y así podríamos seguir con cada corazón ileso…
o al menos eso pensaba hace algún tiempo.

Luego, poco a poco, fui dejándome seducir…

Fuiste arrancando las caretas… y llegué a comprender que en realidad, temía darme cuenta que ya es nuestro corazón, uno sólo…
como tu inicial y la mía.

Fui desechando, fui destruyendo, logré olvidar…. pero todo lo concerniente a vos…
lo sigo guardando:

Rememoro el ramo de rosas rojas que luego me confesaste que tuviste que cargar por un largo tramo hasta llegar a mí…
y se te sigue agradeciendo.

Aún conservo tu fragancia en el mismo recipiente (no quiero que se acabe),
el par de cartas, unos poemas, unas tarjetas,
un dibujo, servilletas, fotografías, vivencias…
tanto y tanto…
¡TODOS TUS DETALLES!

No lo sabías porque nunca lo dije…

Todas mis palabras ahora…
tienen sólo un destinatario: vos

Hoy escribo y cuando te vea, te lo haré saber:

TE QUIERO…