las tablas de la memoria, confundidas en un mar de almidón.
pretendientes de lo que no se mueve, compañeras de la desesperación, evitando resquebrajar la armonía de los pensamientos.
pero no es el caso, deseo romper la monotonía de las consignas, y hervir un poco la sangre.
el alambique siempre ha estado a punto, pero nunca lleno.
en mi horizonte hay paz, en mi vida hay amor, y una buena compañía.
no me atrevería a decir una cosa por otra, solo describir una imagen ocurrente, como una película de ciencia ficción, es posible que comprenda esta reflexión.
ahora sin más para otra excepcional ocasión, resulte de todos agrado cualquier tema, de universal condición.