Parece que el tren porfín te atropeyo,
Esa esfera que da vueltas por tu cabeza,
porfín se tronó. Cae a la conciencia sana-real,
mi querida exnovia, te has desviado del barandal.

Que lástima preciosa, no lograste llegar,
a esa luz infinita de la eternidad. Te quedaste con los zapatos, vestidos, galanes,
perdida entre la ebriedad y la vanidad

Abriendo el pico de pato que cargas por boca,
escupiendo los secretos de los dos. Y pregunto a esta luna derrepente, ¿por qué te embriagaste en la locura?

Una muerte sería mas feliz para la desdicha de tu vida, igual y asi logras llegar a los rincones cósmicos de los que tanto me hablabas, y a mi me dejas soñar en la paz de mi cama.




El hombre miró fijamente el trapeador que cargaba con las dos manos, lo avienta sin importancia y sale de la habitación enojado por el assesinato que creyó haber cometido.