Salmo de un castigado


...es cierto, no he sido bueno,
pero tampoco el peor,
y conozco otros más malos,
que tienen suerte mejor.
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Creo que tengo razón,
de sentirme abandonado,
con palo y hacha me has dado,
sin demostrar compasión,
aunque he pedido perdón,
veo que aún sigues airado.
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No sé que puedo hacer yo,
por detener el castigo,
pues queriendo ser mejor,
sin buscarla, me la ligo,
ya no le encuentro sentido,
a mi pena y mi dolor.
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Si es que aún estoy en deuda,
por haber pecado tanto,
quiero pagar con mi Vida,
y no con Angustia y Llanto,
lo que te debo, Señor.
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Cuando creo tener todo,
me derribas el castillo,
no puedo pelear Contigo,
Gladiador tan Poderoso,
solo me resta el lamento,
de no poder ser tu Amigo.
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Has borrado mi sonrisa,
y ensombrecido mi alma,
no volveré a ser feliz,
aunque mi ser lo reclama,
siento que el cielo perdí,
aunque mi intención fue sana.
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Dame otra oportunidad,
de demostrar que soy bueno,
un crédito de Verdad,
que pagaré con un Sueño:
ver feliz la Humanidad,
y en ello pondré mi empeño.
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Hace rato que yo pago,
mas sé que a mi no me cobras,
saca de mi a esos deudores,
que me afectan y me acosan,
como buscando tu sombra,
bajo mis tristes dolores.
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Hay alguien que me desprecia,
y me quiere destruir,
dame un escudo, Señor,
contra tal depredador,
que en tanto quiera dañarme,
lo convierta en perdedor.
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Libera mi sufrida Alma,
de todo Odio y Rencor,
y cuando busque la calma,
consuélame con tu Amor,
soy de Ti, Señor amado,
Eres mi Rey y mi Dios,
y solo espero confiado,
que hagas uno, de los dos.
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Sé que yo creceré mucho,
y tu muy poco, Señor,
pero ambos creceremos,
cuando me funda con Vos.
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Soy lo que resta hoy en día,
de aquel Hombre que ayer fui,
ya no tengo esa alegría,
y hasta el deseo perdí,
vengo arrastrando la Vida,
que dejaste sobre mi.
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Dame la mano, Dios mío,
para poder continuar,
soltando el palo y el hacha,
me podrías ayudar,
a cumplir el loco sueño,
de cambiar la Humanidad.
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Cada vez tengo más ganas,
de viajar a visitarte,
pero también tengo miedo,
de llegar, y no encontrarte,
por cruzar nuestros caminos,
cuando vengas a buscarme,
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Solo me resta esperar,
que te muestres complacido,
cuando me veas llegar,
arrastrando mi castigo,
y me recibas sonriendo,
cual si llegara un Amigo.

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