La Muerte de un Cuentista.

Deja que te cuente el cuento,
de que un cuentista murió,
sin poder brindarte el Sueño,
que soñaba para vos.
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¡Qué triste es irse muriendo,
sin entregar el regalo,
que preparaste contento,
pensando en el regalado!.
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Cuentista, eres el Pastor,
de gentes que no conoces,
procurando con amor,
que tu rebaño mejore.
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Que mensajes tan profundos,
mandas en esas semblanzas,
queriendo llenar el mundo,
de ilusiones y esperanzas.
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Si mis versos no se leen,
aunque rebozan cariño,
que se quemen los papeles,
sacándole el frío a un niño.
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Nunca he buscado llegar,
con gloria a las multitudes,
solo buscaba enseñar,
el Amor y las Virtudes.
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Por encarar ese sueño,
muchos grandes han caído,
y yo por ser tan pequeño,
he pasado inadvertido.
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Voy a morirme sonriendo
y con gesto placentero,
si es verdad lo que presiento,
y se cumple lo que espero.
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Dejo un pequeño legado,
a quien lo quiera saber,
un Pensamiento elevado,
que me llegó sin querer.
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Ese Pensamiento existe,
porque es Universal,
y mejora al que lo vive,
y lo puede interpretar.
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Quien lo asume se conforma
con lo que Natura da,
y si lo adopta por norma,
ganará una Eternidad.

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