TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / quiquelux / Pensamientos desordenados.

[C:432269]

Soy hombre que se puede llegar a liberar pero que permanece atado. No seria extraño que ya domesticado pueda vérseme esperando una razón que jamás llega. A lo mejor antes de tocar el suelo crío alas de conejo.
La mañana que el viento empuja es acervo del universo. Con la sana conclusión de mis pasos, avanzo con torpeza sobre una senda de pálido granito. Siendo presa de pensamientos que turban con palabras sangrientas. Batalla frente a las tribunas, permanente transitar de gladiadores, portando salmos, sermones, e improperios. Pero el techo de la tienda clava en huesos y retoques medio aguijón.
Yo quiero que esperen, estatuas, mientras juego con batatas. Que mis alas huelan a trampas de ayer. Que el futuro de un presente invisible tome estrellas de una noche terminada.
Conflictos que son espirales de humo entre las extremidades. Una lanza de madera está atravesando al pueblo; somos insectos que juegan moviendo las piernas, haciendo zambullir al espacio entre regios recursos de malabares. Quedando estampados en la cultura arrodillados en la onda sabiduría. Somos como espadas que escriben la intimidad de muchos destinos fallidos.
Pero otros tocaron la soga total, en pan transparente del misterioso individuo que transcribe, que vendriamos ser cada uno de nosotros por su lado.
Pero yo en otros sitios estoy meciendo un canto de gran corteza, quiza tullido pero arrogante, atrasado pero de prisa, sin poder evitarlo clamo en la fuente por que se acabe la peste, y nada, todo sigue igual de mal. A los posteriores se los mide a punta de dolor amargo. Me estoy yendo, arañado de resquemores que fueron solo escaramuzas en la flor de la pieza. Directamente soy placenta inservible después de nacer la vida. Mejor achicar el tiempo, hacer menos tediosa la condena, permanecer levemente tranquilos con relación a tener que lamentar el sufrimiento ajeno. Que por favor, las víctimas fatales que vamos llevando, sepan deparar la mismas sumas que fueron dejando colgadas.
Ahora me encuentro parado frente al vidrio observando al hijo mío que murió en la hoguera.
Pero me animo a entrar así montado en una nube para saldar deudas atrasadas que hace mucho le debo a la sociedad. Aunque salgo del otro lado, increpado; que de una me permitan mirar extasiado de pavura (No obstante exclamo al instante que lo considero oportuno) a punta de índice invito a seguir mi propia sombra, que se deja ver en las tinieblas del alba, misteriosa, como salida del más allá.
Al fin el arsenal está exento de humedad, entero, sin tener que lamentar en la brochette bajas.

Texto agregado el 20-11-2009, y leído por 176 visitantes. (0 votos)


Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]