Me siento delante del folio,
y miles de cosas puedo escribirte,
aquí es donde olvido mi odio,
y empiezo dulcemente a sentirte.

Si amarte, fuera un delito
deberían encarcelame para así olvidarte,
pero como yo no pinto
con lienzos ni pinceles
te pienso y te imagino,
y te pinto con letras
ypalabras que escribo
con el corazón marchito.

Yo que esperé hasta la madrugada,
una sola llamada en la que me
permitías la entrada,
a tu gran y pobre corazón.

Tan deseoso de cuentos de hadas, como los que
te contaban cada mañana tumbada en la cama
arropada con tus sabanas preferidas y con una manta.

Deberías saber que eres un peligro,
consigues que abandone mi vida para
escribir sentimientos que nadie tuvo.