Nadie que sepa de batallas
Discutirá contigo,
dirás que soy un canalla
indolente, traidor
y muchas otras palabras
que saldrán en andanada
de tu boca de grueso calibre,
sal pues tú primero que yo te sigo.

La puerta se franqueará
sin ningún reparo
el odio amustiará cual gas mostaza
las blancas rosas del jardín
y tú llorarás, mas no de pena,
será tu orgullo, tu soberbia,
muñeca airosa humillada
porque a todos doblegaste
mas, conmigo no pudiste
porque a todos despreciaste
con tu variopinto arsenal de mohines
y yo, tan débil y vulnerable
te dije adiós primero…