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Inicio / Cuenteros Locales / guero / Navidad para los olvidados I PARTE

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En un otoño caluroso partieron los chicos y las chicas del barrio rumbo al rió para divertirse y convivir, todos de quince a dieciocho años, consiguieron un camión de carga pequeño, el hermano de uno de ellos de veinticuatro años junto con un amigo de él, manejarían el camión, todos se fueron en la parte de atrás se sentaron en sus mochilas o directamente en el suelo y partieron, el cielo azul con muy pocas nubes de esas que forman con nuestra imaginación figuras y que parece que llevan prisa, eran motivo de conversación de algunos, otros veían los paisajes que se presentaban a su paso y vertiginosamente desaparecían, el viento revoloteaba y movía sus cabellos y ropa conforme avanzaban el paisaje se volvía mas verde y el olor a campo se acentuaba a cada momento.

Acamparon bajo la sombra de los árboles a un lado del rió, el agua que corría con libertad envidiable, emitía esos sonidos tan agradables que relajan las tenciones, todos se acomodaron y comenzaron a jugar, dos de los jóvenes eran gemelos y eran muy unidos, mientras se divertían, escucharon gritos de uno de los muchachos los cuales venían del borde del rió, corrieron hasta el lugar, Manuel metido en el agua le daba la mano a un compañero que el agua con la fuerza que llevaba quería arrebatar hacia sus profundidades los dos gemelos se tomaron de la mano para unir fuerzas, comenzaron a estirar y tratar de sacar a sus compañeros, las botas de Manuel con el lodo derraparon tirando a los gemelos que con esfuerzo desesperado se sujetaban, la mano de uno de los gemelos comenzó a resbalar poco a poco y este con horror y angustia veía incrédulo como sin poder hacer mas se desprendían y desaparecían en el agua, los gritos el llanto y la angustia desfiguraban su cara, llegaron corriendo los demás muchachos… era tarde la tragedia había cambiado su existencia.
Las horas que siguieron fueron de llanto impotencia, sufrimiento para todos, Padres, hermanos, familiares, amigos y toda la comunidad, pero sobre todo para David el hermano gemelo, el había quedado marcado de por vida.

Pasaron los días y en su mente solo le martillaba el recuerdo de aquel momento y sentía totalmente la culpabilidad de soltar la mano de su hermano, pensaba que era preferible haberse ahogado ese día y no soportar ese tormento por su cobardía, estaba dispuesto a quitarse la vida, esta idea le daba vueltas y vueltas planeando cuando seria el día que lo haría.

Ya lo tenia definido seria el veintidós de Diciembre día en que cumpliría dieciocho años había tomado a escondidas el arma de su padre que tenia guardada en el armario.

Era noviembre se veia triste y afligido sus padres sospechaban y lo vigilaban tratando de atender el problema de deprecion.
una amiga le pidió que la acompañara a ver a su tío que estaba hospitalizado, la clínica a la que se dirigieron estaba especializada en cancerológica subieron al elevador y por error se bajaron en el sexto piso en ves de el quinto sin darse cuenta y andaban buscando la cama numero 18 al entrar su amiga se detuvo al ver a una enfermera y fue a preguntarle por el estado de su tío. David no se dio cuenta y se acerco a la cama vio al enfermo se le hizo muy joven, y lo saludo a lo cual contesto con voz cansada “gracias por venir amigo ya tengo tiempo sin que nadie lo haga, únicamente las personas que vienen de instituciones a apoyarnos” se quedo mudo no sabiendo que decir, en ese momento el enfermo tomo a David de la mano sujetándolo con fuerza, al sentir su mano, su cuerpo se cimbro, le trajo ese recuerdo triste y turbio de aquella tragedia
Entro su amiga y viendo la escena y desconcertada actuó con prudencia y saludo,
Veo que vienes acompañado siéntense y gracias por venir. Estuvieron platicando tratando de hilvanar una platica lo cual fue fácil ya que Antonio relato varias vivencias de su estancia en el hospital y de lo complicado de su caso, pasado un rato se despidieron quedando David de volver a visitarlo.
Fueron a visitar al tío de su amiga no estaba ya que fue dado de alta en la mañana.

David conmovido por ese desconocido todavía sentía su mano sujetándolo.
Lo que lo motivo a visitarlo y a estar platicando con El, por medio de esto supo que Antonio no tenía familia y que era huérfano pero a pesar de esto aprendió a leer y a escribir.
Mientras su enfermedad seguía diezmándolo, se hicieron amigos, David lo cuidaba con entrega sorprendente como queriendo redimirse por lo sucedido a su gemelo.

Yo nací y fui niño de la calle, me alimentaba de comida que me regalaban o en el peor de los casos husmeaba en los botes de basura, en las navidades nunca recibí regalos y esto me provocó odiar a las personas y así pase mi niñez pensando que lo que me sucedía era culpa de los demás. en cierta ocasión en la televisión vi un programa en el que ayudaban a la gente mas pobre del mundo paso algo impactante que cambio mi vida, una mujer dio a luz a gemelitos pero debido a la poca comida que podía conseguir, la madre tenia que decidir a cual bebe dejar vivir, no tenia opción si no los dos morirían. Desde entonces cuando tengo algún problema recuerdo a esa madre y me digo a mi mismo “problemas. tu no tienes problemas son simples piedrecillas en el camino las podrás sortear”
Y en lugar de hacerme infeliz esta forma de vida me enseño a no depender de los bienes materiales sino a aprovecharlos para poder ayudar a los demás en este momento lo que mas me preocupa es entregar los regalos que junte durante el año para llevarlos a los olvidados.
Y quienes son los pregunte con curiosidad, son personas que por diferentes situaciones, alguien los saco de sus vidas, tengo un diario en mi casa con sus datos y se que es muy atrevido pedirte ayuda, pero si tu lo deseas te lo agradecería con todo mi corazón.
Acepto el le dio las llaves de su casa para que lo recogiera y lo trajera para decirle lo que tendría que hacer.

Sus padres notaron que el brillo sus ojos y su semblante había cambiado lo veían animado y preocupado por ese nuevo amigo que aunque el sabia que su final no tardaría en llegar era importante que el estuviera allí, fue a la casa de Antonio. Era sencilla pero bonita de color naranja con vivos cafés, al entrar observo una pequeña sala y una cocina al lado todo estaba en orden un poco empolvada pero parecía que no tenia mucho tiempo sola tomo lo que hiba a buscar y salio y se lo llevo a su amigo.
días antes de navidad le llamaron del hospital de urgencia. Antonio estaba muy grabe
Al llegar con él se acerco se vieron a los ojos y Antonio sonrió abrió débilmente la palma de su mano David la tomo con fuerza, Antonio con palabras entrecortadas le dijo.
Gracias Amigo por traer el diario… en el viene lo que necesitas saber.
has hecho de estos días lo mas hermoso, que no te imaginas…
Dios te guiara para que… ayudes a estas personas, en un ultimo esfuerzo lo tomo de la mano diciéndole se que no me soltaras y que tampoco lo hiciste con tu hermano, Dios te necesita aquí… Aquí... sus ojos se fueron cerrando poco a poco hasta que dio su ultimo suspiro...

Texto agregado el 30-11-2009, y leído por 213 visitantes. (11 votos)


Lectores Opinan
14-06-2010 Enlazas muy bien las dos situaciones que cambiaron el rumbo de la vida del protagonista. Es profundo el relato, por la invitación a la continuidad. Te felicito. peco
08-06-2010 Percibo que lo escribiste con genuina emoción... Saludos! achachila
26-05-2010 .Alguien dijo que en el umbral de la muerte se abre el horizonte de la trascendencia infinita ******* duqueuviedo
13-04-2010 Conmovedora historia que nos habla de egoismo y adversidad, pero que nos brinda una lección de vida. Jazzista
05-01-2010 Conmovedor este texto Luís Eduardo. Una historia de vida, de optimismo, de esperanza. Tan conmovedor como aleccionador. *****Afectuosos saludos. sagitarion
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