BLUES DE LA ALEGRÍA BREVE.

Ilumina la escena, (una imagen de mujer)
Alcoholizada por un blues
Del viejo Carpo.
(Bailan deformes cuerpos dentro de los espejos).
Un aire jazzeado, una manera de hablar,
(Ella se vistió de prisa: medias de seda flúo)
Un vacío después del orgasmo
(Improviso, bebo, luego existo)
Mano inquieta que atenaza.
Cuenco esférico, cristal diáfano,
Pequeño iceberg flotando
En whisky anestésico,
Humo de cigarro
Preñado de cool y locura.
De vanguardia musical,
De Blues experimental.
¿Donde andará la alegría?
¿Qué zapatos de fiesta calzará?
¿Con qué harapos vestirá su noche de novia?
¿O en qué embrollos estará?
Fui a bucear en las ruinas, tugurios fascinantes
De barbudos extraños, pianistas de burdel
Y bebedores,
Ese y otros lugares patéticos anduve y
Me perdí en recodos de
Esquinas malolientes,
Paredes descascaradas
Donde en la grieta se amuraba un musgo desgarbado.
Hasta el asesino gatillando se asustó,
Sin que le saliese el disparo.
¡Qué pregunta este loco!
Destapé alcantarillas de amores olvidados.
Sabanas arrugadas con una silueta de sexo embriagada.
Inspeccioné rincones oxidados de nostalgia,
Llenos de alimañas y otros insectos
Del vodevil nocturno.
Donde Gatúbeda me guiñaba un ojo y se relamía con su boca pulposa.
El amor no pasa por esas tuberías de sexo e indagatorias. Dije.
Pisé las calles nuevamente descifrando semáforos,
Esquivando rayuelas peatonales,
Noctámbulos inquisidores del tránsito y alcohlemia.
Vi tumbada la noche en un bar,
Tenía el resplandor de una felicidad proscripta
Y veía mi rostro fijado en los neones de las vidrieras
Buscando su nombre.
Las esquirlas de un viejo amor me dan una pista,
En esa anemia de calle solitaria.
Con los sonidos del silencio,
Con esas antenas de insecto raro
Buscar una respuesta al alba
Y llegar a tu ventana
Para tirar piedritas al postigo
Para saber si está allí la alegría.
En un abanico de colores
Con la bruma del día.

Posdata.
Perdí mi unicornio en una canción
Y no sé si ella lo tendrá.-


Daniel O. Jobbel