| Supongo que en Beirut,En este mismo instante,
 Alguien esta comiendo cous cous
 y fumando narguile de rosas,
 contemplando absorto las estrellas a cielo abierto
 y los impactos de ametralladoras en las paredes.
 Seguramente en Londres
 Un guapo directivo de bolsa
 este comiendo pasta con vino,
 brindando al nombre del buen Winston Churchill
 que nos enseño a ser consejeros de la antigua colonia
 (oculta en el ropero sus perversiones sexuales).
 En Johannesburgo un negro con sida
 estará soñándose campeón en el mundial de futbol
 sintiéndose tan lejos del apartheid
 como del poder negro.
 En Estocolmo, un viejo pornógrafo
 molesto con el frío
 garabatea un ensayo contra la frialdad mezquina
 de Private y el siliconismo norteamericano.
 En Brooklyn, unos snobs literarios,
 se creerán sorbiendo el aire inspirador
 del buen burgués Paul Auster.
 En Ciudad de Mexico un borracho pendenciero
 le hace honor a Bukowski.
 Cerca de Río, en la Isla Grande,
 frente a Angra do Reis,
 un hombre maduro contempla a su joven amante
 bronceada por el sol.
 Se siente un tipo con suerte
 mientras bebe pequeños sorbos de caipirhinias.
 Probablemente en Tokio una geisha
 sirva de mesa para que degusten serios hombres de negocios
 de diferentes naciones.
 En Estambul una mujer esta castrando a su amante
 en venganza por su maltrato.
 En Amsterdam un yonquie de ultimas
 desearía estar enamorado.
 Pero dicen que en Tanger,
 un viejo gordo que vende hashis
 fue un en su juventud un torbellino de placer
 para William Burroughs.
 En Pekín una viuda de Mao
 llora al gran Timonel en sus noches de opio.
 En París, una puta
 se enamora perdidamente
 de un productor de queso roquefort
 que le propone ser la otra.
 En Berlín un antiguo oficial de la SS
 estrecha la mano del ministro de algo.
 Cerca de Barcelona,
 Socorro escribe sus sonetos.
 En San José de Puerto Rico,
 en Arecibia,
 Lola,
 olvida el amor entre pases de cocaína.
 En Rosario,
 Mariana esta a punto de parir
 una niña.
 En París Luciano mea las cervezas de la fiesta
 al grito de franceses estupidos y racistas.
 Pinta tu aldea y serás universal, dijo Tolstoi,
 como en todos lados
 fracaso en el intento.
 Como en todos lados,
 demasiado borracho,
 demasiada cerveza.
 Como en todos lados
 Explotación y resistencia,
 crimen y locura,
 amor y odio.
 Buenos Aires,
 vida y muerte,
 como en todos lados,
 en todos lados
 en todos lados.
 Humano,
 demasiado humano.
 
 
 
 
 
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