Estuvimos sobre la carretera,
apuntando al sol y coleccionando quimeras;
cada día fue un viaje menos,
cada parada, otro lamento;
cada choque, fue un nuevo fracaso
y cada paso, un paso en vano.
Nos detuvimos mil veces y colapsamos infinitas,
nos caímos como se desploma un rayo o como se amarga el cielo.
Y morimos en tantos instantes, en incontables momentos,
que sonaba detestable saber que aun seguíamos vivos.

Estuvimos sobre el mar,
Estremeciéndonos el alma en cada aventura
atravesando tormentas, -o perdiéndonos en ellas-
sacudiendo mareas, -o mareándonos de penas-
nadando, flotando,
ahogándonos sin resistencia.
Con un pequeño bote hecho de ilusiones,
tratamos de conquistar la inmensidad;
con un puñado de experiencias sin renombre
creímos alcanzar la eternidad.
Finalmente llegamos al fondo e intentamos volver,
mas ya era tarde, el fondo nos llegó a nosotros.

Estuvimos sobre las nubes,
abarcando al mundo con una mirada.
Pisoteamos la cima y atropellamos la gloria
debimos evitar el estallido del supernova
pero culpamos a la codicia
por no darnos otra salida
Y comenzamos a adueñarnos de todo
y olvidamos lo que era de otros.
Las constelaciones se volvieron chicas
Los viejos sueños nos quedaron cortos
sideral se disfrazó la vida
mas de cruel se desnudó el momento
cuando todo terminó
en un miserable pestañeo

Estuvimos y ya no estamos,
porque nunca sudamos tanto,
porque nunca dejamos huellas
porque nos encanta el silencio
y porque así se mueren las estrellas.


Porque quizás, de un tiempo a esta parte,
ya no nos quedan tantas agallas
Aprendimos a soñar con miedo y a dormir con rabia
Nos saboreamos en la desesperación de encontrarnos perdidos
Nos perdimos en la búsqueda desenfrenada de inventar nuevas verdades
Y cuando pudimos, nos atragantamos con la felicidad para no dejar escaparla.



Estuvimos y ya no estamos
Y quizás/inexplicablemente/volveremos siempre.
Estuvimos y ya no estamos
O quizás/realmente/nunca estuvimos.