Empiezo a guardar tus recuerdos en caja.
Empaqueto las mañanas juntos, el frío día de junio 5, la penumbra de la escalera, las tardes en el árbol.
Empaqueto los encuentros pasionales, el frío de la playa, los juegos entre pinos y pastos.
Empaqueto el recuerdo de tus sabanas azules, de tus besos mojados, de tu piel, del calor de tu abrazo.
Por último guardo tu dulce sonrisa, tus palabras más tiernas, las letras de tus canciones y la textura de tu cuello. Tu cuello, tu cuello, tu cuello...